El presidente navarro ofrece un pacto al PSOE para repartirse el poder

Sólo dos días después de una manifestación en Pamplona convertida en una protesta contra el Gobierno por sus presuntas intenciones de entregar a Navarra "como moneda de cambio" a ETA, el presidente de la comunidad foral, Miguel Sanz (UPN), ofreció ayer al PSN-PSOE un pacto para repartirse "cuotas de poder". Los socialistas acusan al PP de ir a Navarra "a engañar a sus ciudadanos" porque la comunidad no corre peligro alguno.

Todavía con la resaca fresca por la manifestación del pasado sábado por las calles de Pamplona, el presidente de la comunidad foral ha ofrecido un pacto al PSN-PSOE para "blindar Navarra", que tendría como contrapartida "un reparto de las cuotas de poder". "Y lo digo ahora que tenemos una posición de mayoría absoluta que es la que respalda en estos momentos al Gobierno, y antes de las elecciones".

El Pacto llevaría el reparto de "cargos institucionales, porque más que estar en el gobierno en solitario, aunque otorgue poder, es más importante defender o blindar el régimen foral para que Navarra siga siendo una comunidad foral diferenciada y no tenga riesgos de convertirse por pactos extraños en una provincia más".

Lo cierto es que los socialistas, en Madrid y en Navarra, están dolidos por las bases en las que se ha fundamentado el Gobierno de Navarra, de UPN, y el PP para convocar a los ciudadanos. Una y otra vez han reiterado que "Navarra no está en discusión". El candidato del PSN-PSOE a la presidencia de la comunidad, Fernando Puras, prometió solemnemente impedir, y con él su partido, cualquier intento de integración de Navarra en el País Vasco. Es más, pidió al presidente Miguel Sanz que desconvocara la manifestación porque no tenía fundamento alguno. En ese contexto, el candidato socialista advirtió a Sanz de que si persistía en convocar a los navarros por peligros "inexistentes" su colaboración futura resultaría imposible.

Lo cierto es que Sanz mantuvo la manifestación y sólo después ha ofrecido a los socialistas un pacto. Y, claro está, los socialistas sólo tienen motivos de reproche tanto para Sanz como para la cúpula del PP que acudió a manifestarse. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, tras la reunión de la ejecutiva, acusó al presidente del PP, Mariano Rajoy, de "ir a Pamplona a engañar a los navarros y manipular sus sentimientos". Al dirigente del PP no le preocupa Navarra, a decir de Blanco, "sino el futuro de su partido" en esa comunidad, en referencia a una eventual pérdida de la mayoría absoluta.

Precisamente en la ejecutiva el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró ante los suyos su certeza de que el PP se equivoca con su afán de agitación en torno al terrorismo y pidió a los suyos que se esfuercen por salir de esa dinámica y expliquen a los ciudadanos las reformas y la política en todas las materias que lleva a cabo el Gobierno.

Sin embargo, el PP sigue convencido de que ése es el asunto que más interesa a los ciudadanos. De hecho, Mariano Rajoy ha cambiado de nuevo su pregunta de los miércoles para presionar a Rodríguez Zapatero sobre la posible presentación de Batasuna a las elecciones municipales en el País Vasco.