La Policía Científica investiga de oficio la última avería del metro

La Policía Científica decidió intervenir ayer de oficio en la investigación de la última avería sufrida en el metro, según confirmó ayer Metro de Madrid. Un moderno tren de la serie 9.000 (adquirido en 2004 y aún en garantía) descarriló el pasado viernes en la línea 7 y causó tres heridos, además de la interrupción del servicio. En lo que va de año se ha producido una avería casi cada tres días. La policía acudió por la mañana a las cocheras donde Metro de Madrid inspeccionaba el coche averiado para supervisar su desmontaje.

La Consejería de Transportes aseguró en un comunicado que está analizando las causas que han provocado este accidente, "sin que todavía se hayan determinado". En el documento, la consejería sugiere lo extraño de la avería, puesto que asegura que se trataba de un "un vehículo totalmente nuevo", que entró en servicio el 22 de septiembre del año pasado. Otros datos para avalar esta tesis que aporta son que había pasado una revisión -el protocolo indica que estos trenes sean inspeccionados por los técnicos de mantenimiento una vez al mes-, el pasado 7 de marzo. Es decir, apenas 10 días antes.

Y que, en el momento del incidente, el convoy "circulaba a 44 kilómetros por hora", agrega el documento. La velocidad máxima permitida en este tramo, añade, era de 57 kilómetros por hora.

La compañía también asegura que el tren averiado se encuentra en garantía, por lo que su mantenimiento corresponde al fabricante, la empresa italiana Ansaldobreda. Ésta está trabajando conjuntamente con Metro de Madrid en averiguar las causas del accidente, según el comunicado.

La noche del incidente la compañía informó de un problema en una rueda como causa de la avería del tren. Según la Consejería de Transportes, se produjo un fuerte ruido cuando el metro estaba a 200 metros de la estación de Cartagena, en la línea 7. En ese momento, un pasajero tiró del freno de emergencia. Esto produjo un frenazo en seco y bloqueó el convoy. Los pasajeros tuvieron que pasar a otro tren estacionado en la vía contigua. Sin embargo, fuentes policiales y de los sindicatos mantuvieron en todo momento que el convoy descarriló.

En lo que va de año se han producido 23 averías en los trenes del metro, lo que supone una cada tres días. En este tiempo, el Gobierno regional ha estado relacionando estos incidentes con los supuestos actos de sabotaje que han sufrido algunos vagones y que han sido denunciados a la policía y que, en el caso de 13 de ellos, han sido avalados por un informe policial. Ningún informe técnico ha relacionado hasta ahora las averías con el sabotaje, pero se ha creado una psicosis de peligro en los pasajeros. De hecho, ésta pudo ser la causa de que en el incidente del viernes uno de los pasajeros se apresurara a tirar del freno de emergencia.

Los sindicatos y el PSOE han justificado los múltiples incidentes del metro en la falta de mantenimiento. Culpan al Ejecutivo de Esperanza Aguirre de haberse dedicado a extender la red de metro en lugar de dedicar la inversión a mantener en buen estado los kilómetros existentes. Rafael Simancas, candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, ironizó ayer respecto a los sabotajes del metro. "Rubalcaba ha serrado los tornillos del metro de Madrid", dijo. Según Simancas, el PP "se ha dedicado a cortar cintas y se ha olvidado de cuidar las líneas tradicionales del metro". Además, el secretario general del PSM mostró su preocupación por lo que pueda suceder en el futuro. "Con tanta crispación se está poniendo en peligro la convivencia. Han puesto a los trabajadores a los pies de los caballos", dijo, en referencia a las acusaciones de sabotaje por parte de la Consejería de Transportes.