Seat plantea un recorte de 1.600 empleos en todos los centros del grupo hasta 2009
El plan afecta al 10% de la plantilla y contempla prejubilaciones y bajas incentivadas
Seat ha hecho oficial lo que durante las últimas semanas ha sido un secreto a voces. La dirección de la compañía planteó ayer a los sindicatos un recorte de plantilla de alrededor de un 10% en todos los centros del grupo hasta 2009, lo que representa unos 1.600 trabajadores. Y como ya avanzó la dirección del consorcio alemán hace una semana en Wolfsburgo, el ajuste se hará al "estilo Volkswagen": sin medidas traumáticas. El plan incluye prejubilaciones, excedencias voluntarias y bajas incentivadas en condiciones "no peores" que las del ajuste de empleo de 2005.
La contrapartida de este recorte de empleo es invertir 450 millones de euros anuales en los próximos 10 años y la producción de dos nuevos modelos de automóvil (una berlina y un todoterreno) entre 2008 y 2009 en la planta de Martorell.
Las prejubilaciones se aplicarán de forma voluntaria a los trabajadores que al finalizar 2007 tengan 58 años, aunque no abandonarán la empresa hasta que cumplan los 60. En el caso de las bajas incentivadas, la indemnización máxima prevista sería de 144.000 euros, en el caso de un jefe de primera con 30 años o más de antigüedad. La mínima se situaría en 12.000 euros. Por su parte, las excedencias voluntarias, con derecho de reincorporación a partir de tres años, se primarían con 18.000 euros para un periodo de tres años, 24.000 euros por cuatro años y 30.000 para una ausencia de cinco años.
Este paquete supondrá la paralización del contrato relevo en la mayoría de casos, que establece la jubilación parcial de un trabajador de 60 años y su sustitución por otro más joven, aunque los sindicatos estiman que sólo en las fábricas de Seat, el personal jubilable ya alcanza las 1.600 personas.
Si se producen más bajas, cabría la posibilidad de sustituirlas. Los representantes de los trabajadores reclaman también que antes de abordar este ajuste, se zanje el expediente de regulación de empleo (ERE) de 2005. De los 646 despedidos de entonces, 415 eligieron la opción de reingreso entre 18 y 24 meses, y 187 todavía no se han reincorporado.
Asimismo, las centrales plantearon a la empresa una salida para los casi 300 trabajadores de SAS, la empresa proveedora de salpicaderos que acaba de anunciar el cierre ante la falta de pedidos de Seat, que ha optado por otro suministrador.
Garantías de futuro
El ajuste de plantilla -que se empezará a negociar formalmente a partir de ahora, aunque ya hay sintonía con los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras- afectará a todos los centros del grupo, tanto a la fábrica de Martorell, como a la de la Zona Franca, el centro de recambios, el Centro Técnico y Gearbox, la filial de cajas de cambio ubicada en L'Hospitalet de Llobregat. En total, la plantilla del grupo asciende a 16.000 personas.
Los sindicatos se mostraron ayer dispuestos a negociar las medidas, aunque reclamaron la mejora de algunos puntos del plan de reestructuración que ha presentado la empresa. Entre otros elementos, piden que se garantice el reingreso en el caso de las excedencias, que el importe de las indemnizaciones en las bajas incentivadas y las prejubilaciones sea neto y que se condonen los días de la bolsa de horas jornada que los trabajadores deben a la empresa- las personas que opten por dejar su puesto de trabajo.
"Si se mejoran esos puntos podemos llegar a un acuerdo", declaró ayer el presidente del comité de empresa, Matías Carnero, quien consideró "positivo" que Seat esté "en disposición de que se produzcan en la fábrica de Martorell los dos nuevos modelos".
Estos dos nuevos modelos serán una berlina y el prototipo Freetrack, una variante todoterreno del Altea XL que se ha presentado recientemente en el Salón de Ginebra. Este modelo significará el desembarco de Seat en el segmento de los cuatro por cuatro.
La empresa aseguró ayer que la reducción de costes no se ceñirá exclusivamente al espectro laboral, también afectará a las otras áreas del proceso de fabricación, como compras, producto y comercial, que no detalló. Sí recuerda, en cambio, el ultimátum que el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, lanzó hace una semana: "Seat tiene que escribir números negros y liderar el mercado español en un plazo de entre dos y tres años".
El año pasado, la filial española de Volkswagen perdió 49 millones de euros y ocupa la tercera posición en el ranking de ventas, por detrás de Citroën y Renault.
Más allá de las cifras de inversión y los nuevos modelos, los sindicatos exigen al grupo un plan industrial: el compromiso de aumento de los volúmenes de producción, que para este año está asignada en 409.000 unidades, muy por debajo de las 448.600 establecidas en el plan del ERE de 2005.
El propio presidente de Seat, Erich Schmitt, reconoce que para que la planta de Martorell sea rentable necesita, por lo menos, producir medio millón de automóviles. Faltan 100.000.
CLAVES DEL PACTO DE 2005
Seat asegura que las condiciones del recorte de empleo "no serán peores" que las pactadas en el ajuste de 2005, el cual contemplaba:
Excedencias voluntarias de entre 2 y 5 años con derecho a reincorporación con las mismas condiciones. Paga de 6.000 euros.
Bajas incentivadas con preferencia de ingreso entre 2 y 5 años. Paga de 12.000 euros.
Bajas definitivas compensadas con 45 días de salario por año trabajado.
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