Tiroteado en Guitiriz un guardia civil cuando mediaba en una riña familiar
El agente está hospitalizado con pronóstico reservado
Francisco Montes Vázquez, de 38 años, fue detenido ayer en Guitiriz después de disparar con una escopeta de caza a un agente de la Guardia Civil que permanece ingresado en el hospital Juan Canalejo de A Coruña con pronóstico reservado. Fuentes de la investigación confirmaron que el guardia se disponía a mediar en una discusión familiar. La madre del agresor también resultó herida.
La tranquilidad de la pequeña localidad lucense de Póbra de Parga se vio alterada en la mañana de ayer cuando fue tiroteado un Guardia Civil que pretendía reducir al supuesto autor de un delito de malos tratos. El agresor realizó 11 disparos con una escopeta de caza, uno de los cuales impactó en el cuerpo del agente que tuvo que ser trasladado en helicóptero al hospital Juan Canalejo de A Coruña, donde permanece ingresado con pronóstico reservado.
Fue necesaria la presencia de varias patrullas del instituto armado para reducir a Francisco Montes Vázquez, un hombre de 38 años que, tras efectuar los disparos y verse rodeado por la Guardia Civil corrió hacia el monte, ya sin arma, donde fue reducido.
Ahí se acabó la pesadilla para una madre, A.V.A. de 67 años, que el día anterior se sintió amenazada por su hijo cuando éste mostró una actitud agresiva tras discutir por el estado de una ventana en la casa que ambos comparten.
Fuentes de la investigación aseguraron que la mujer había acudido al cuartel de la Guardia Civil en la tarde del miércoles para dar cuenta de lo sucedido, aunque se negó a interponer denuncia y optó por pasar la noche con una hija en la capital del municipio a unos 4 kilómetros de su casa.
Cuando en la mañana de ayer regresó a su hogar acompañada de dos guardias civiles se encontró a su hijo que mantuvo una actitud arrogante y agresiva, por lo que los agentes le comunicaron que procederían a su detención.
En ese momento el ahora detenido corrió hacia el inmueble, cogió una escopeta de caza para la que disponía de autorización, salió al exterior, y empezó a disparar de forma indiscriminada.
Los perdigones de uno de los cartuchos alcanzaron al guardia J.L.H.B., de 36 años y natural de Narón (A Coruña) que instantes antes había realizado un disparo intimidatorio con su arma reglamentaria. También hirió, aunque levemente, a su madre en un brazo.
Sólo depuso su actitud cuando cinco patrullas del instituto armado consiguieron detenerle después de que intentara huir al monte. El agresor fue trasladado a las dependencias de la Guardia Civil de Lugo.
El agente herido fue trasladado al hospital Juan Canalejo de A Coruña, donde se le intervinó quirúrgicamente de las heridas sufridas en el tórax y abdomen. Su pronóstico es reservado.
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