Los Tedax descartaron que el explosivo fuera Titadyn desde el primer momento
El ex jefe de los artificieros declara que los restos hallados en los escenarios eran Goma 2 ECO
Los Tedax de Madrid descartaron desde el primer momento que el explosivo de las bombas del 11-M fuera Titadyn. Así lo expuso ayer el inspector jefe de los artificieros de la Brigada Provincial de Madrid, que explicó que por los efectos y por el humo que desprendieron las explosiones todos los compañeros pensaron que el explosivo no podía ser Titadyn, la dinamita robada por ETA en Francia y que aún utiliza junto con amonal o cloratita. El ex jefe de la Unidad Central de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano dijo que todos los restos de explosivos hallados en los escenarios del 11-M eran de Goma 2 ECO.
El jefe de los Tedax de Madrid explicó que el grupo de artificieros que actuó en los trenes comentaron los destrozos tan grandes originados por las explosiones y cómo el metal de los vagones aparecía cortado. Por ello, pensaron que podía tratarse de explosivo militar como C3 o C4, descartando un explosivo convencional como el Titadyn o la Goma 2 EC porque no podían causar esos efectos, ya que la dinamita etarra retuerce los hierros, pero no los corta.
La velocidad de detonación es el impacto con que choca la onda explosiva contra el objeto en el que está en contacto y cuanto más grande sea ésta, más limpio es el corte. El agente indicó que los daños observados en los trenes requerían un explosivo con una velocidad de detonación de 5.800 o 6.000 metros por segundo, que es en lo que se mide la potencia, mientras que el Titadyn, por llevar nitroglicerina, que es muy poco estable, se degrada muy rápido y a los tres meses de su fabricación la velocidad de detonación baja a los 3.000 o 3.200 metros por segundo. Y la dinamita etarra es muy vieja, por lo que pierde mucha potencia.
El jefe de los Tedax de Madrid dijo que no conocía la Goma 2 ECO, pero que se ha demostrado como un explosivo de la gama media alta, con una velocidad de detonación de unos 6.000 metros por segundo y que es muy estable porque no tiene nitroglicerina, sino nitroglicol y nitrato amónico, y mantiene su potencia en el tiempo.
Agregó que sabían que el explosivo era un compuesto de textura parecida a la plastilina y que era de color blanquecino o marfil. Intentaron desactivarlo con el procedimiento idóneo para los explosivos militares, pero hizo explosión.
El testigo señaló que tras intentar desactivar la mochila bomba encontrada en el tren de Atocha tuvieron un nuevo dato: que el humo que producía la explosión era blanquecino o grisáceo, por lo que descartaron que fuera C3 o C4 porque el humo hubiera sido negro.
Dijo que no conocía la Goma 2 ECO porque él se diplomó en Tedax en 1985 y el citado explosivo sustituyó a la Goma 2 EC, menos estable y contaminante, a partir del último trimestre de 2003.
Respecto al hecho de que hubieran aparecido trozos de explosivo Goma 2 ECO sin estallar en el desescombro del piso de Leganés donde se suicidaron los siete islamistas, el jefe de los Tedax de Madrid explicó que es lógico, porque aunque se pusieron cinturones con explosivos no detonaron al mismo tiempo. "El primero mató a los demás", afirmó el testigo. Dependiendo de la distancia a la que se encontraban, otros explosivos estallaron por simpatía, pero otros no llegaron a activarse. Por eso el explosivo de algunos suicidas se agotó en la explosión y el de otros no.
Uno de los artificieros que declaró como testigo aseguró que la bomba que desactivó iba en una mochila tipo colegial. Era muy pesada, de unos 10 kilos, la abrí y la palpé, y tenía una masa como plastilina y de color blanquecino.
Por la mañana, las formas tuvieron más relevancia que el fondo. Sánchez Manzano, que fue jefe de la Unidad Central de Tedax, confirmó que todos los explosivos de los que quedaron restos en todos los escenarios del 11-M eran dinamita Goma 2 ECO que procedían de la mina Conchita, en Asturias. Ninguna sorpresa. Lo único novedoso fue el brutal acoso a que el perito fue sometido por los abogados que defienden la teoría de la conspiración y que el presidente del tribunal permitió durante casi dos horas. Sólo cuando el abogado de la AVT, Emilio Murcia, volvía a vapulear a Sánchez Manzano, sugiriendo un absoluto descontrol por parte del testigo en el control de las muestras de explosivos, el presidente, Javier Gómez Bermúdez, cortó: "Conforme al artículo 683 de la LEC pasará a formular otro conjunto de preguntas porque éstas no conducen al esclarecimiento de la verdad".
Sánchez Manzano fue desbordado en todo momento por los letrados conspirativos hasta el extremo de reconocer su falta de conocimiento en aspectos técnicos y señalar "Yo no soy Tedax". Luego precisó: "Nunca se ha cuestionado como hoy mi trabajo en la especialidad". El abogado de la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo, José María Fuster Fabra, se despidió de él diciendo: "Le doy las gracias por su trabajo en nombre de las víctimas que represento".
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