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El Gobierno acusa a Batasuna de volver a mezclar y condicionar la paz a la política

Azkarate aprecia en el discurso independentista un retroceso sobre la propuesta de Anoeta

La portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, recalcó ayer que Batasuna está volviendo a mezclar la paz con la política y a condicionar la primera a los acuerdos en el terreno de la segunda. Azkarate preguntó a Batasuna en qué basa su insistente afirmación de las últimas fechas de que es posible una solución a corto plazo si hay "voluntad política". La recuperación de ese discurso supone, apuntó, vulnerar el espíritu de la propuesta de Batasuna de Anoeta que separó la paz de la política. Los acuerdos políticos sólo pueden venir de la paz y no es ésa la situación, afirmó.

El Gobierno ve con preocupación que la izquierda abertzale está recuperando en su discurso su tradicional actitud de mezclar la paz con la normalización y de condicionar el fin de la violencia al logro de acuerdos políticos. La portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate, transmitió ayer esa opinión al término de la rueda de prensa tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, a preguntas sobre las opiniones que están difundiendo los portavoces de la formación ilegalizada en los últimos días.

Distintos dirigentes de Batasuna, empezando por el propio Arnaldo Otegi, vienen manteniendo que es posible una solución al conflicto en cuestión de días o pocas semanas, aunque la condicionan siempre a la existencia de "voluntad política". El secretario general del sindicato abertzale LAB, Rafael Díez Usabiaga, abundó ayer en esa misma idea: "Es perfectamente posible hoy avanzar" en una solución siempre que se llegue a "acuerdos entre agentes políticos, sindicales y sociales". "El acuerdo es posible si hay voluntad política, si hay valentía para entrar de forma definitiva a las causas", división territorial y derecho a decidir, precisó.

Este discurso se repite con más insistencia desde que Batasuna presentó su propuesta para unir a Euskadi y Navarra en una sola autonomía, de donde el Gobierno parece haber deducido que la aceptación de ese planteamiento es la nueva condición de la izquierda abertzale para la pacificación.

De ahí que Azkarate revalidase ayer la advertencia a Batasuna de no puede condicionar la paz al logro de objetivos políticos, sean éstos los que sean y su observación de que recuperar ese discurso contradice el espíritu de la propuesta de Anoeta.

El tripartito observa "con preocupación", dijo la portavoz, que la izquierda abertzale esté volviendo a "mezclar continuamente" los dos planos, el de la paz y el de la normalización, cuando lo que hay que hacer es "deslindarlos". Lo contrario, abundó, supone condicionar la paz al logro de sus objetivos políticos y esa no es la vía para encontrar una solución. "Son procesos diferentes, con agendas, interlocutores y temas diferentes sobre la mesa", recordó, mientras de las manifestaciones que surgen de Batasuna se extrae la impresión contraria. "Eso no puede salir bien nunca", advirtió.

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La portavoz recordó también que ETA le debe a la propia Batasuna una respuesta: la que aún no ha dado a su petición de que retire la reserva de atentar de nuevo si no le satisface la actuación de los partidos.

Azkarate abogó por la presencia de Batasuna en las elecciones de mayo, pero deslindó ese parecer de la exigencia de la izquierda abertzale de un acuerdo político entre los partidos previo a la paz. "Esos acuerdos se tienen que dar necesariamente en un clima de paz y ausencia de violencia y no es ésa la situación en la que estamos", dijo.

Mientras, Díez Usabiaga instó al PSOE a entrar "con valentía" y hablando "muy claro" y a "resituarse políticamente" en los parámetros de la pertenencia de Navarra a Euskadi y de defensa de la autodeterminación que mantenía a la salida del franquismo.

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