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"No me meto en lo que hacen mis socios"

El alcalde de Ourense, Enrique Nóvoa, asegura que la recalificación de la que se benefició su socio empresarial no tiene nada que ver con él. "A lo largo de mi vida", declaró ayer a EL PAÍS, "he tenido muchos socios, por lo menos 80, y lógicamente no me meto ni puedo meterme en lo que hacen con su vida privada". Enrique do Río, su socio en Galmex y Poensa, "no me explica lo que hace ni los negocios en los que se mete", dice Nóvoa. "Sólo faltaba; él vuela mucho más alto que yo, que me busco la vida como puedo".

Enrique Nóvoa reconoce que formó sociedad con Do Río "en una empresita para construir unos pisos en Oleiros y en otra empresita para unos pisitos en la calle Manuel Murguía de Ourense". Y aunque reconoce también que él era concejal del grupo de gobierno cuando se recalificó la parcela de su socio, afirma que tiene la conciencia muy tranquila. "Yo me dedico a lo mío y esto [el incremento de la edificabilidad del terreno de su socio] no tiene nada que ver conmigo".

Enrique Poli Nóvoa ascendió en la actividad política municipal durante la redacción del nuevo plan general, iniciada en 2002. Entonces ya contaba con el favor de su antecesor en el cargo, Manuel Cabezas, que le había ascendido al número 6 de la lista en las elecciones de 1999 y le había entregado la responsabilidad de la concejalía de Medio Ambiente. Antiguos compañeros de corporación señalan que, sin ser concejal de Urbanismo, Nóvoa tuvo más protagonismo que el titular del departamento en la redacción del plan general, porque "realizaba la labor de mediación ante los servicios municipales (de Ingeniería y Arquitectura) encargados de elaborar los informes". Cabezas, según las mismas fuentes, había perdido la confianza en el entonces titular de la concejalía de Urbanismo, al que acabó apartando de esta responsabilidad.

Su tarea debió de satisfacer al regidor municipal, quien, en 2003 (apenas un par de meses después de la aprobación del planeamiento), le recompensó con la concejalía de Urbanismo y una tenencia de alcaldía.

Pese a sus maneras humildes, sus detractores sostienen que en esta época prosperó en lo personal en paralelo a su carrera política, que culminó el año pasado cuando el presidente provincial del PP, José Luis Baltar, decidió hacer de él el sustituto de Cabezas al frente de la candidatura electoral.

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