Távora abre una corrala del XXI
El director de La Cuadra inaugura un teatro en Sevilla, la primera de las salas privadas que se crea con apoyo del Ayuntamiento
Salvador Távora estrena mañana en su barrio, El Cerro del Águila. Pero en esta ocasión no se trata de uno de los espectáculos que el dramaturgo sevillano, fundador y director de La Cuadra, lleva 35 años representando por todo el mundo, sino de su nueva casa, "una corrala del siglo XXI". El teatro Salvador Távora abrirá con una reposición de Carmen y es uno de los nuevos espacios escénicos que tendrá la ciudad gracias al apoyo del Plan Director de Espacios Culturales que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Sevilla. También en 2007 está previsto que el periodista Jesús Quintero convierta el antiguo cine Pathé, en calle Cuna, en un espacio cultural. Además, el año próximo otras dos importantes compañías sevillanas, Atalayala y La Imperdible, construirán nuevos teatros que estarán abiertos al público con programación estable.
La ayuda municipal en el caso de estos dos nuevos teatros consiste en la cesión temporal del suelo por 75 años y la aportación de 100.000 euros anuales durante cuatro años. En el caso de Távora, la nave del polígono Hytasa que ha convertido en teatro la ha adquirido la compañía y el Ayuntamiento aportará la misma cantidad que a los otros espacios, 400.000 euros en cuatro años.
El Teatro Salvador Távora nace "ajeno al concepto pequeño burgués del arte dramático", en palabras del hombre que desde 1972 ha forjado un lenguaje escénico totalmente andaluz sin caer en los tópicos y rebelándose contra la injusticia social. La nueva sala, que ha diseñado el arquitecto Juan Ruesga, tiene 417 metros cuadrados y capacidad para 275 espectadores. "El teatro tiene unas tripas muy bonitas, no hay nada que esconder. El público estará muy cerca de los actores que trabajarán con sonido directo para recuperar la soledad del flamenco. Será como volver al cuarto", explicó ayer Távora, emocionado al ver realizado un sueño que acaricia desde los ochenta.
"La poética geométrica es fundamental en todos nuestros espectáculos, por eso cuando tenemos que adaptar las obras a escenarios con medidas diferentes se modifica su armonía. Yo soñaba con tener un teatro para La Cuadra en el que las medidas dejaran de ser un problema", comenta Távora, quien decidió inaugurar su teatro con Carmen. Ópera andaluza de cornetas y tambores. La obra, que estará en cartel hasta julio de miércoles a sábado, es el último de los grandes montajes de La Cuadra en una nueva versión para este teatro en el que las localidades están dispuestas en forma de U y el escenario, a ras del suelo.
"Programaremos los espectáculos de La Cuadra, pero también tendrán cabida algunas producciones de la Bienal de Flamenco de Málaga o los espectáculos más atrevidos que pasen por el Festival Internacional de Teatro de Cádiz", apunta Távora, quien anunció que estrenará en su teatro su próxima producción: Flamenco para traviata, una historia sobre el mundo del flamenco y la prostitución.
"El Ayuntamiento no impone un modelo de trabajo, sino que está abierto a los proyectos de las compañías privadas que nos ayuden a dotar a cada barrio de un teatro. El plan establece una aportación máxima de 100.000 euros anuales o el 50% de la inversión", precisó ayer el delegado de Cultura Juan Carlos Marset. El teatro de La Imperdible, que dirigen José María Roca y Gema López, se levantará en 3.000 metros cuadrados en calle Torneo y mirando al Guadalquivir, será centro de producción y exhibición con dos salas, una con 500 localidades y otra con 200. Mientras que el teatro de Atalaya, dirigido por Ricardo Iniesta, se levantará en el distrito Macarena Norte, en 2.500 metros cuadrados y tendrá dos salas, una para 300 espectadores y otra, polivalente, para un centenar.
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