Del campo al hospital
Pronto se le borró la sonrisa a Portillo, goleador ante el Sevilla. Nada más regresar al vestuario, le dieron la mala noticia. "No es grave, pero han ingresado a tu padre en el hospital", le dijeron. Antes de que concluyera la primera mitad, el padre de Portillo sufrió una angina de pecho. El club, sabedor de que estaba fuera de peligro, prefirió posponer la noticia para que el jugador terminara el partido sin otra preocupación que el duelo en sí. Portillo, preocupado y congestionado, agarró el coche y se marchó pitando al hospital.
La noticia enturbió el ambiente de la plantilla. "Nos hemos enterado al final del encuentro. Estoy convencido de que le dedicará el gol que ha marcado hoy", explicó Pinilla un tanto consternado. "Esperemos que no sea nada grave", deseó Pampa Calvo. "Parece que no pasará de ahí el susto", añadió David García.
"Hemos vuelto a perder fuera de casa", recordó el pichichi Kanouté cuando se le preguntó por la derrota ante uno de los últimos equipos de la tabla. "Ya van muchas oportunidades. Hay que cambiar el guión si queremos acabar en un puesto importante".
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