"Presión, no; motivación"
Rijkaard cree que esta cita le viene "bien" a su conjunto
Expulsados tanto el Barça como el Madrid de la Champions, el clásico tiene pinta de un partido entre deprimidos que llega de forma acelerada mientras los dos clubes digieren su eliminación. Envuelto en esa atmósfera, un periodista le planteó a Frank Rijkaard si no le parece algo "insulso". "Ésas serán sus sensaciones pero no las mías. Ya verá mañana [hoy]... Esto sigue siendo un Barça-Madrid", recordó el holandés, sabedor de que los azulgrana gozarán, pese a su desencanto, de la complicidad de la grada.
No está el Camp Nou para muchas fiestas tras cederse el liderato en Sevilla y haberse despedido de la final europea en Atenas, la ciudad en la que el presidente, Joan Laporta, quería vengar la derrota ante el Milan de su adorado dream team. Y está para pocas fiestas después de los episodios que han desmentido que el vestuario fuera un bálsamo, como la explosión de Eto'o acusando a Ronaldinho de entrenarse poco; la incomparecencia de Motta en un ensayo y la advertencia de Gudjohnsen de que el Bar-ça, en algunos partidos, debería esforzarse más.
El azar ha querido que un Madrid también alicaído irrumpa en ese paisaje y Rijkaard considera la visita oportuna. "¿Qué quién llega peor? Estamos fuera de Europa y veo a los dos conjuntos igual. El partido nos viene bien. La motivación es automática", dijo; "jugar en casa es una ventaja. Hay que mirar al Madrid con atención y respeto. Y transmitir energía positiva a la gente convirtiendo la presión en motivación".
Rijkaard ha cosechado ante el Madrid en el Camp Nou resultados de todos los colores -derrota, victoria y empate en tres años- y sabe de la trascendencia de sumar tres puntos para lamer las heridas y no perder de vista al Sevilla ni dejar que les atrape el Valencia. El técnico afirmó que Eto'o, especialista en golear a su ex equipo -"no hay sentimientos personales; no es éste su primer clásico", objetó-, mejora "a diario" pese a que en Anfield evidenció estar lejos de su mejor forma. El holandés tiene la opción de Gudjohnsen, cuya autocrítica sorprendió a sus compañeros. "No veo el problema.Él hablaba del grupo y se incluía en la reflexión de que faltaba más esfuerzo ante equipos bien organizados como el Chelsea, el Valencia o el Liverpool", dijo el técnico, que confirmó que quizá la plantilla necesite en junio tres o cuatro retoques.
El Madrid es, de largo, el mejor visitante de la Liga, pero Rijkaard no quiso valorar su estilo. Tampoco quiso opinar sobre Fabio Capello: "No tengo derecho a opinar y juzgar su situación. Quiero a muchas personas y también a él, con quien coincidí en el Milan. Cada uno tiene su vida".
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