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Reportaje:Fútbol | Batalla campal en Mestalla

Un crío de 26 años

David Navarro, agresor de Burdisso, es calificado por algunos compañeros de infantil

"Avergonzados". Así se sintieron los jugadores del Valencia al abandonar el estadio de Mestalla en la madrugada del miércoles. "Habíamos eliminado al Inter, pero nos marchábamos impactados por lo que vimos", relata uno de los líderes del vestuario de Mestalla. "Públicamente tenemos que apoyar a David Navarro, que es un compañero, pero no tiene justificación. Por mucho que Burdisso sea un payaso, la respuesta de Navarro, que viene desde el banquillo, es incomprensible". David Navarro tiene ya 26 años, pero sigue comportándose con la irresponsabilidad de un crío, afirman sus compañeros. Un día, en el desplazamiento a Huelva del equipo, se llevó una porra extensible y la policía se la requisó en el aeropuerto. En otro, a principios del curso pasado, se fue a cazar, una de sus grandes pasiones, a pesar de estar de baja en el equipo por una otitis. Y, claro, la montería -su otra gran pasión es el mar- no es el mejor remedio para curar una otitis, que se le agudizó ante la indignación del técnico, Quique Flores, y del entonces secretario técnico, Javier Subirats, que le acusó de falta de profesionalidad. Ésta es una acusación que acompaña la carrera de Navarro desde que saltó, desde la cantera valencianista, al fútbol profesional, en 2002. A raíz del episodio de la caza tuvo también un enfrentamiento con el médico valencianista en esos momentos, Rafa Llombart, que le recetó un medicamento considerado dopante y que obligó a apartar al defensa de varias convocatorias.

En un viaje a Huelva apareció con una porra extensible que la policía le requisó
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Arrepentido de su agresión a Burdisso, Navarro telefoneó ayer al central argentino para pedirle disculpas. Y éstas fueron aceptadas, según el vicepresidente valencianista, Enrique Lucas, que aseguró que el club abrirá un expediente disciplinario al defensa del Valencia. A pesar de que Navarro y su esposa frecuentan el círculo social tejido por el presidente, Juan Soler, y su esposa, Consuelo Rubio. El club aceptará sin rechistar cualquier sanción de la UEFA a Navarro, aunque sí tratará de minimizar la posible condena a Marchena.

El arrepentimiento de Navarro, que se produjo poco después de terminar el partido, contrasta con su media sonrisa mientras escapaba huyendo de sus perseguidores camino del vestuario. Y también de la frialdad del puñetazo en la nariz de Burdisso, que pareció, por su contundencia y efectividad, la obra de un experto en este tipo de agresiones.

A principios de temporada, el Valencia dijo haber rechazado una oferta por él del Tottenham de 10 millones. Su mejor virtud es el juego aéreo, que le ha permitido marcar algunos goles en las subidas a los córners. Sin embargo, siempre se excedió con patadas brutales con las que tapar la falta de velocidad. Sus pequeñas lesiones en los momentos más inoportunos, cuando parecía haberse ganado la titularidad, fueron vistas con recelo por el cuerpo técnico, que vio en ellas elementos psicosomáticos. Eso ocurrió hace un par de meses. Había encadenado tres partidos buenos haciendo pareja con Albiol, aprovechando la baja forma de Ayala, hasta que llegó una de esas lesiones que lo apartaron del equipo. Cuando volvió, hace 15 días en Tarragona ante el Nàstic, ya tenía la cabeza en otra parte, con grandes problemas de concentración. Esos vacíos por los que ha despertado desconfianza en todos los técnicos que ha tenido salvo en uno, Claudio Ranieri, con quien jugó su mejor temporada: 24 partidos en 2004-05.

Julio Cruz lanza una patada a David Navarro, a quien también persiguen González y Córdoba.
Julio Cruz lanza una patada a David Navarro, a quien también persiguen González y Córdoba.ASSOCIATED PRESS

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