La juez cita al líder de CC OO y al comandante general por el espionaje en Ceuta
La juez de primera instancia número 2 de Ceuta ha citado para el próximo día 26 al secretario general de Comisiones Obreras de Ceuta, Juan Luis Aróstegui, y al comandante general de la plaza, el general Luis Gómez-Hortigüela, en relación con el espionaje practicado desde el servicio de inteligencia del Ejército. El objeto de la citación judicial es intentar un acto de conciliación previo a la presentación de una querella por parte de CC OO contra el comandante general y otros mandos militares.
En el escrito de conciliación, el sindicalista pide al general Gómez-Horigüela que reconozca que desde la Comandancia se practicaron investigaciones que afectaban a su intimidad personal, sin su consentimiento ni autorización judicial, y sin que ninguna razón de seguridad nacional justificara tales actividades.
Este juzgado civil no es el único que interviene en el caso. Aróstegui compareció ayer en el Juzgado Togado Militar Territorial 25 para acreditar su condición de secretario general de CC OO de Ceuta, pues el pasado día 21 pidió personarse, en condición de perjudicado, en las diligencias que instruye la jurisdicción militar sobre el espionaje.
Sin embargo, por lo que ha trascendido hasta ahora, el juez militar no investiga tanto las actividades presuntamente delictivas del servicio de militar de inteligencia como la filtración de documentos que las ponían al descubierto. De hecho, el juez militar de Ceuta sólo puede instruir procedimientos en los que el inculpado tenga como máximo el empleo de capitán, mientras que el jefe del servicio de inteligencia era un teniente coronel.
Declaran los guardias
El pasado lunes declararon en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía los seis guardias civiles que estaban adscritos al grupo operativo del servicio de inteligencia y sobre los que recae la sospecha de filtrar los informes. Fuentes jurídicas mostraron su sorpresa por el hecho de que los agentes fueran llamados a declarar en comisaría y no en el juzgado y no se les aclarara si lo hacían como testigos o imputados.
El caso saltó a la luz pública el pasado 24 de enero, a través de una nota del Ministerio de Defensa que daba cuenta del cese del teniente coronel jefe del servicio de inteligencia de Ceuta por haber ordenado investigar al líder local de CC OO y a una asociación de vecinos. Aunque entonces no había trascendido, los mandos militares ya sospechaban que los documentos que evidenciaban estas actuaciones ilegales habían sido entregados a un periodista. La sospecha se vio plenamente confirmada el pasado 19 de febrero, cuando los reprodujo la revista Interviú.
El teniente coronel José María Albarracín, separado de su puesto, intentó suicidarse cortándose las venas y arrojándose al patio de la comandancia.
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