Barberá aprueba 1.552 VPP desde 2003 cuando prometió 9.000
"Los vecinos de nuestra ciudad tendrán a su disposición alrededor de 9.000 viviendas de protección pública (VPP)", reza el programa electoral de 2003 de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Cuatro años después, el balance baila entre las 1.305 licencias de construcción, según el PSPV y las 1.552, para el PP. En la misma legislatura, Barcelona, con el doble de población, ha licitado 5.990 VPP. El gobierno municipal actual tendría que poner en marcha, hasta los comicios de mayo, 8.700 viviendas para cumplir su objetivo.
El Ayuntamiento podría excusar el pobre resultado alegando un escaso crecimiento de la ciudad en esta legislatura comparado con otras capitales como Madrid, que ha creado 14.291 viviendas de acceso protegido. Pero los datos contradicen ese argumento. Desde que Barberá renovó su mandato, la ciudad ha visto crecer 14.485 nuevas viviendas. Sólo un 9% de ellas era de protección pública. Esa proporción deja en evidencia a Valencia frente al resto de ciudades grandes de España. En Barcelona, la vivienda pública alcanza el 35% de las nuevas construcciones.
Además de la ampliación del parque de viviendas protegidas de Valencia, el segundo punto fuerte del programa electoral del PP en 2003 para favorecer el acceso a un inmueble fue la contención del precio del metro cuadrado. El portavoz municipal socialista, Rafael Rubio, calificó ayer de "fracaso" el resultado de este propósito electoral de Barberá.
Para demostrarlo, los socialistas utilizaron el dato del precio calculado por la asociación de constructores y promotores: 3.880 euros. Los populares contestaron con el proporcionado por la Sociedad de Tasación: 2.284. Y el ministerio de Vivienda establece un precio intermedio: 2.561. Cualquiera de los tres supera el 100% de ascenso en el coste desde 2003.
El grupo popular presumía antes de esta legislatura de mantener un precio de 1.142 euros por metro cuadrado, "por debajo de Barcelona, San Sebastián o Madrid", afirmaban en el programa. A pesar del encarecimiento, el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, presumió de que el precio inmobiliario de Valencia siga estando por debajo del de las grandes capitales de provincia.
Pisos en la huerta
El segundo método de frenado del precio de los inmuebles, propuesto en 2003 por Barberá, consistía en "imponer al adquiriente" de parcelas enajenadas la "obligación" de destinar la totalidad del terreno a la promoción de VPP.
El PSPV cree que la única modificación urbana que se ha hecho en Valencia, en ese sentido, ha consistido en la recalificación y destrucción de parte de la huerta para añadir metros de suelo edificable al plan general. Rubio auguró que la idea de Barberá consiste en urbanizar el suelo protegido de Campanar, Benimámet, la Punta, Castellar, Horno de Alcedo y Pinedo.
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