Ese no sé qué

Es un no sé qué. El que consigue que el público salte de sus butacas cuando el artista sube al escenario. Que los fans hagan noche a las puertas del estadio para el concierto del día siguiente. Que las adolescentes forren la carpeta con sus fotografías o burlen las medidas de seguridad del hotel para colarse en la habitación. Que se agoten esos pantalones o gafas de sol con los que se fotografió en la última producción de moda. Es lo que Cuatro llama el Factor X, nombre con el que ha bautizado el concurso de talentos musicales que hoy convoca su primera audición en el Palau de Congressos de Catalunya (Barcelona), a partir de las 9.00.

El productor discográfico de origen británico Simon Cowell es el creador del formato. Cowell juega desde 2002 el papel de jurado implacable de American idol que esta temporada interpretó Risto Mejide en Operación Triunfo (Tele 5). Mientras tanto ha puesto en marcha en el Reino Unido X Factor, lo que él califica de "concurso musical definitivo", donde compiten los aspirantes y el propio jurado. Cowell presume de haber vendido 150 millones de discos. Pero su talento no está en las cuerdas vocales, sino en el olfato para detectar ese factor x que ya ha exportado a televisiones de Australia, Bélgica, Turquía, Rusia y Colombia.

A diferencia de OT, no hay academias, ni convivencia, ni límite de edad (una anciana de 86 años ha presentado su candidatura a Cuatro), ni hay que cantar en solitario. Los concursantes compiten en tres categorías: solistas de 16 a 24 años, solistas de 25 años en adelante y grupos vocales (ya se ha apuntado un bufete de abogados).

Cada uno de ellos va a estar bajo la tutela de alguno de los tres miembros del jurado. Un tribunal "profesional", que "se juega su reputación", precisa Elena Sánchez, directora de Contenidos de la cadena generalista de Sogecable. Entre los tres representan todas las facetas de la industria de la música. Jorge Flo es el director de cadenas musicales de la SER. "Tenemos que demostrar si tenemos el factor x para detectar el talento de los demás", apunta Flo, con la responsabilidad que supone poder "cambiar la vida de alguien". Eva Perales es mánager, y pocos como ella conocen "el trabajo tan duro que hay detrás de un artista". Por último, Miqui Puig, cantante del grupo de los años ochenta Los Sencillos, no viene "a vender fama, sino a encontrar la chispa". Porque no tiene que ganar quien más afinadas tenga las cuerdas vocales, sino aquel en el que más brille el factor x, lo que distingue a un cantante de una estrella.

Desde hoy, el tribunal examinador recorrerá España (el 12 y 13 de marzo es la siguiente parada, en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, antes de seguir camino hacia Sevilla y Valencia) para seleccionar a los concursantes. A una primera fase pasarán alrededor de 40 por categoría. De ellos se clasificarán cuatro o cinco, que serán los que compitan en las galas contra los demás, apadrinados y defendidos por el jurado que se les adjudique. El ganador -que en última instancia eligen los espectadores con sus votos- firmará un contrato con la discográfica Sony BMG. La misma a la que Simon Cowell vendió en 2003 la mitad de su negocio por 32 millones de euros.

Cuatro se propone arrancar con las emisiones de Factor X a finales de abril. Éste será "el mayor espectáculo que hasta ahora hemos hecho", anuncia Sánchez. Y que ya interesó a la cadena incluso antes de su nacimiento, en noviembre de 2005. Pero entonces el momento "no era apropiado", acepta la directora de Contenidos, porque proyectos así "cuando se abordan hay que hacerlos bien". La cadena ha madurado, y hay que dar el siguiente paso: "Una televisión se hace con mayúsculas" cuando ya se atreve con "un formato de este tipo", dice Sánchez.

Nuria Roca (Gran slam) conducirá las 13 galas de que consta el programa, que produce Grundy (Yo soy Bea, Oído cocina).