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Reportaje:Baloncesto | NBA

El largo invierno de 'El Elegido'

Los Cavaliers de Cleveland son segundos de la Conferencia Este pese al juego contenido de LeBron James, que se reserva para los 'play off'

Tras tres temporadas y media en la NBA, LeBron James (Ohio, Estados Unidos; 1985) ha aprendido del negocio que rodea a la Liga y de cómo construir su imagen tanto como jugar en la mejor Liga del planeta. James se convirtió en el primer jugador NBA en ser portavoz de Microsoft, protagonizó la saga de anuncios de Nike conocida como Los LeBron, en los que el ala-pívot interpreta a cuatro personajes (Papá LeBron, el pequeño LeBron, el LeBron divo y a sí mismo) y que ahora se convertirá en una película, mientras su equipo es segundo en la Conferencia Este con 34 victorias y 25 derrotas.

Si no fuera que los Cavaliers de Cleveland se han convertido en uno de los equipos más aburridos y predecibles de la Liga, y porque James juega con una apatía que no se conocía en él, su vida iría de maravilla. Pero el jugador, que no sólo recuerda a Michael Jordan en su manera de jugar, que todo lo piensa y analiza, y que es consciente del poder y la influencia que tiene sobre todo lo que le rodea, construye cien argumentos para defender cada decisión que toma. James lleva hibernando desde noviembre y sólo ahora parece desperezarse y recordar a aquel jugador que ha mejorado año tras año desde su llegada a la Liga en 2003.

El 'ala-pívot' juega con la tercera marcha, equivalente a la quinta de la mayoría de jugadores

Probablemente pensó James que, ante el panorama que le rodea, valía la pena echarse una siesta y jugar con la tercera marcha, que vendría a ser la quinta para la gran mayoría de jugadores. Larry Hughes torpedea la mitad de las jugadas, a Zydruna Ilgauskas le pesan tanto los tobillos que le han hecho olvidar lo que es luchar por un rebote y el mejor tirador de los Cavaliers, Damon Jones, es un base que ha jugado en diez equipos diferentes.

La pasada temporada, James brilló en su plenitud, alcanzando la semifinal de conferencia, en la que se lo pusieron muy complicado a los Pistons de Detroit. Ante los Wizards de Washington este superdotado dejó para la galería un momento Jordan total. Cuando faltaban pocos segundos, Gilbert Arenas tenía dos tiros libres para empatar el partido. James se acercó a la línea de personal y le susurró al oído: "Vas a fallar y os vais a casa". La premonición solo agrandó una temporada fantástica.

Pero después de pasar de 20 puntos de media en su primera temporada a 27 en la segunda y 30 en la tercera, ha bajado a 27 en la actual. Sus estadísticas siguen siendo prodigiosas (además promedia 6 rebotes y 6 asistencias), pero no dejan de engañar. LeBron James parece jugar solo porque es la única alternativa, ignora a sus compañeros y le comienza a perder el respeto a su entrenador, Mike Brown. Contenido, James merodea por los pabellones de la NBA dejando algún que otro mate espectacular y dando lecciones de cómo atacar el aro. Si Cleveland está donde está con un LeBron apático es porque probablemente ha seguido los consejos de Shaquille O'Neal, que sostiene que la temporada regular es un peñazo y que la hora de brillar llega con los play off. El propio James ha admitido que ha aprendido a administrar sus energías y que su objetivo es llegar a mayo fresco.

El pasado verano, James se negó a firmar el contrato por cinco años que le ofrecieron los Cavaliers. En su lugar renovó por tres. Cuando finalice la campaña, Cleveland tendrá 24 meses para rodear a su jugador franquicia de una plantilla que le cubra las espaldas cuando se tome la noche libre.

A la espera, James se encuentra en una situación peculiar. Fue portada de revistas con 16 años, la firma Nike colgó un cartel publicitario gigante a la entrada de Akron en el que se leía LeBron, Just Do It, en el que utilizando su eslogan la firma de Phil Knight le rogaba que firmara con ellos y no con Adidas. Fue el número uno del draft, y todas las expectativas creadas se cumplieron una tras otra. Ahora James decide si quiere jugar dándolo todo en la pista o no. Ha pasado de ser El Elegido al que tiene que elegir.

LeBron James, de los Cavaliers de Cleveland, encara la canasta.
LeBron James, de los Cavaliers de Cleveland, encara la canasta.REUTERS

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