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Tres noches de revuelta 'okupa' siembran el caos en las calles de Copenhague

La policía detiene a cientos de radicales de varios países tras el cierre de un centro cultural

La policía danesa detuvo en la mañana de ayer a unas 200 personas por su supuesta implicación en los altercados entre policías y cientos de jóvenes izquierdistas que protestaban por su expulsión del centro cultural conocido como Ungdomshuset (Casa de la Juventud) en Copenhague. Los disturbios continuaron anoche por tercer día consecutivo. La capital danesa fue de nuevo el campo de batalla para enfrentamientos entre policías y jóvenes manifestantes que protestaban por el desalojo de un edificio que las autoridades municipales pusieron a disposición de los jóvenes en 1982.

Entre los arrestados hay numerosos muchachos alemanes que practican 'turismo de algarada'

Tras permitir durante más de dos décadas que artistas, punks y jóvenes de la ciudad utilizaran el antiguo teatro en el barrio de Norrebro como centro de reunión, el Ayuntamiento lo vendió a una sociedad que a su vez lo revendió a una organización cristiana independiente. Se trata de Faderhuset (Casa del Padre), una iglesia reconocida por el Estado danés y considerada fundamentalista por la izquierda.

A petición de los nuevos dueños, fuerzas antiterroristas desalojaron el centro juvenil el pasado jueves con una espectacular operación que incluyó el uso de un helicóptero, y que la jefa de la policía de Copenhague, Hanne Bech Hansen, calificó de "éxito rotundo" en declaraciones a la prensa danesa. Jóvenes de la izquierda alternativa organizados en "grupos autónomos" llamaron inmediatamente a la protesta internacional y pidieron ayuda a sus simpatizantes en el extranjero. Un portavoz del centro anunció que las protestas seguirán "mientras no haya en Copenhague un centro juvenil".

No son nuevos los desórdenes en torno al centro cultural. Cuando el pasado agosto los nuevos dueños obtuvieron una sentencia judicial que imponía el desalojo del antiguo edificio sindical, sus inquilinos, que llevaban años sin pagar alquiler alguno, publicaron un llamamiento "a los alborotadores del mundo: os damos la bienvenida". Tras el desalojo aerotransportado y con el eco mediático consiguiente, muchos jóvenes han aceptado la invitación, sobre todo alemanes.

Los disturbios en la noche del jueves al viernes se saldaron con cinco heridos, uno de ellos alemán. Un joven danés perdió varios dedos con la explosión de un petardo. Unos veinte jóvenes ocuparon la central del partido socialdemócrata danés, que abandonaron sin causar daños.

La policía detuvo en aquella primera noche a 275 personas, entre ellos nueve de nacionalidad alemana. El Ministerio de Exteriores alemán anunció que colaboraría con las autoridades danesas. Éstas, por su parte, ordenaron aumentar los controles fronterizos entre ambos países para evitar la afluencia de nuevos manifestantes de izquierda o de ultraderechistas que quisieran aprovechar el caos para enfrentarse violentamente con los grupos autónomos.

En las ciudades alemanas de Hannover y Hamburgo, grupos de manifestantes levantaron barricadas y protagonizaron esa noche enfrentamientos con la policía en solidaridad con los daneses desalojados. La policía impidió en Hamburgo el acceso de cien personas al Consulado de Dinamarca. En Berlín se reunieron 200 manifestantes sin violencia, mientras que en Noruega se congregaron 150 jóvenes frente a la embajada danesa para arrojar bolas de nieve y pintura contra la fachada.

Las autoridades de Copenhague pidieron refuerzos para la noche del viernes. Cuando las fuerzas de seguridad habían disuelto varias manifestaciones sin mayor problema, el portavoz policial Flemmig Steen Munch afirmó que la situación estaba bajo control. Sin embargo, en la madrugada de ayer, cientos de jóvenes embozados levantaron barricadas y lanzaron cócteles molotov y adoquines contra la policía, que durante la noche detuvo a unas 200 personas y respondió con gases lacrimógenos y porrazos a discreción. Informa la prensa alemana de que entre los detenidos se contaban numerosos jóvenes alemanes, cuyo número no podía determinarse en la tarde de ayer.

El fenómeno del turismo de algarada es conocido en Alemania, en cuya capital se reúne tradicionalmente cada primero de mayo la flor y nata de los "alborotadores del mundo", o al menos de Alemania.

En prevención de nuevas protestas relacionadas con las detenciones en Copenhague, la policía berlinesa ha organizado un dispositivo de protección ante la embajada de su vecino del norte, que mantendrá durante los próximos días.

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