Doce horas, cuatro puntos del carné
Los cursos de reeducación vial ya ayudan a conductores a recuperar el permiso de conducir
Este lunes, Pablo, un conductor profesional de Lugo, habrá recuperado cuatro de los nueve puntos que perdió por dar positivo en un control de alcoholemia y hablar por teléfono móvil. Es uno de los cinco lucenses que este fin de semana participaron en un curso de reeducación vial para recuperar parte de los puntos que por distintos motivos les retiró la Dirección General de Tráfico.
Pablo, junto con Javier, Luis, Iván y J. J., acudieron al lugar convenido el viernes a las cuatro de la tarde dispuestos a redimir una parte de sus infracciones. Allí se encontraron con Lolo, Norberto y Pepe, todos ellos profesores de autoescuela, quienes auxiliados por un psicólogo impartieron el primer curso, tercero en Galicia, de estas características que se celebra en Lugo. Lo intentaron 22, pero tan sólo admitieron a cinco. Para el resto la retirada de puntos aún no era firme.
Cinco automovilistas participan en Lugo en el tercer cursillo que se imparte en Galicia
Les entregaron tres volúmenes y un CD del "programa de intervención, sensibilización y reeducación vial". "Bienvenidos. Aquí hablaremos de despistes o infracciones que, no nos engañemos, todos conocéis perfectamente. Hoy daremos un temario, nos reuniremos con el psicólogo y mañana responderemos a un cuestionario en el ordenador". Fue el discurso de presentación que recibieron los penalizados de la DGT.
"Que nos sea provechoso", comenta Lolo antes de iniciar el desarrollo de la primera parte del temario. Hace mucho hincapié en lo que denomina "dinámica del accidente" y "consecuencias para las víctimas". Alguno de los asistentes ya sufrió algún percance, aunque los puntos los perdieron por conducción temeraria, no usar el cinturón, hablar por teléfono móvil y exceso de velocidad.
Lolo trata de sensibilizar acerca de las velocidades: "La posibilidad de vida de un peatón atropellado a 80 kilómetros por hora es cero". Es la misma posibilidad de sobrevivir dentro de un vehículo en un impacto a 140 kilómetros por hora. Defiende con datos -319 muertos menos el pasado año- el endurecimiento de medidas por la DGT, incluido el permiso de conducir por puntos. Habla de la energía cinética, de absorción de impactos, dialoga con los cursillistas y da otro dato: "Si en Europa disminuyéramos la velocidad tan sólo en cinco kilómetros descendería en un 4% el número de muertos".
Recurre a construcciones significativas para explicar la equivalencia de un impacto a determinada velocidad. Una colisión a 70 kilómetros por hora equivale a una caída libre desde lo alto de la puerta de Alcalá. A 150 es como caer desde la Giralda y a 220, desde el edificio Singer en Nueva York. Llega el momento de hablar de las lesiones. "Supongo que todos utilizamos el cinturón de seguridad", dice. Caras largas en el ambiente. Alguno de los que asiste está sancionado por no hacerlo. Uno de ellos incluso reniega de la obligatoriedad. De hecho, pagó varias sanciones por no usarlo, en una ocasión dos en el mismo día, aunque ahora ya lo utiliza siempre, pero no por convicción. "Porque me quitan los puntos", admite.
Lolo desgrana las ventajas del cinturón, aunque no lo resuelve todo, ya que quedan "las lesiones interiores". Con principios físicos explica cómo puede sufrir consecuencias brutales la masa cerebral o el bazo. Incluso aclara cómo puede llegar a ser más seguro en un impacto un turismo que un vehículo todoterreno, si son de características similares, o cómo los trazados rectos y prolongados son más proclives a los accidentes.
El segundo día es más tedioso. Ordenador, intercambio de opiniones con el monitor, nuevo contacto con el ordenador y curso superado. Con un curso de recuperación parcial, como el impartido en Lugo, se recuperan 4 puntos. Se puede hacer uno cada dos años, si no son conductores profesionales y uno anual si se vive del volante. Cuesta 328,30 euros, dura 24 horas y cuando termina es necesario realizar una prueba teórica adicional.
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