"No sabemos matar los partidos"
Rijkaard se lamenta de la pena máxima fallada, y el Sevilla se felicita por el éxito
Ronaldinho volvió a ser determinante anoche en la suerte del partido. Determinante por sus aciertos, pero también por un error que marcó el encuentro. El brasileño logró el 1-0, tras atacar un centro de Zambrotta desde la banda derecha y rematarlo con la cabeza, de arriba abajo, pillando al portero a contrapié . Lleva 17 desde que comenzó la Liga, y con el de ayer iguala su mejor registro anotador en el campeonato desde su llegada en 2003. Más tarde pudo sentenciar el partido, pero falló un penalti y terminó sustituido por Edmilson cuando el arbitro expulsó a Zambrotta y Rijkaard prefirió cuidar al delantero brasileño. "Estaba tocado", explicó el holandés.
Sevilla era una fiesta roja y blanca. Por octava vez el equipo del Nervión era líder. En el Sánchez Pizjuan, los barcelonistas buscaban razones y los sevillistas las encontraban: "Ha sido el premio al fuerzo. Le plantamos cara al Barcelona, somos líderes y defenderemos nuestra candidatura al título hasta donde podamos" dijo el presidente Del Nido. El entrendador tenía más razones para estar contento. "Con el 0-1, cuando iba a tirar Ronaldinho el penalti, y con un jugador expulsado, muchos pensaron que el partido se habia acabado", razonó Juande Ramos. "pero no", prosiguió. "Empatamos y nos fuimos a por ellos. Esa fue la clave. No nos conformamos con el 1-1 ni con el 2-1, luchamos hasta por el gol average que no alcanzamos".
"Le plantamos cara al Barça, somos líderes", dijo el presidente José María del Nido
La sensación en el vestuario visitante era absolutamente diferente. Allí, todos hablaban del minuto 27, cuando Ronaldinho tiró el penalti. El gaucho, el primero: "Palop me engañó. Amagó saltar a un lado y se fue al otro. Por eso he cambiado el lanzamiento y ahí ha estado mi error", explicó Ronaldinho. Es el quinto penalti que falla desde que esta en el Barcelona. Ronaldinho acostumbra a tirar a la derecha del portero, pero ayer lanzó por el centro y se encontró las piernas del meta. Es el primer penalti que falla Ronaldinho este curso y el quinto que no transformar desde que viste de azulgrana.
"Queda mucho. Ya dijimos que si ganábamos no sentenciabamos la Liga, así que perdiendo tampoco queda todo dicho en favor del Sevilla", dijo Iniesta, para quien la presión del campo no les influyó: "Igual al abritro sí", consideró vistas las dos tarjetas rojas que mostró a Giuly y a Zambrotta. "No me las explicó", terció Puyol, el capitán. "Gianluca no ha dicho nada y Ludo dice que era una falta sin más. No es excusa, pero nos han hecho daño", aseguró el central. El internacional italiano explicó una posible razón por la que fue expulsado: "El árbitro", dijo Zambrotta, "me ha dicho que el tono de la portesta era un poco fuerte. Lo siento por mis compañeros, aunque desde mi punto de vista, no era tarjeta".
Tampoco Rijkaard le dio muchas vueltas: "El Sevilla ha merecido ganar. Es un equipo que aprovecha muy bien los errores del oponente. Hace daño cuando roba la pelota. Nosotros nos hemos olvidado de matar el partido. Cuando debíamos apretar más, fueron ellos quienes aceleraron y nosotros perdimos agresividad", dijo. Preguntado por el sistema utilizado ayer, respondió que hasta el penalti, todo iba bien: "Defendiamos con orden y atacábamos bien. Luego nos complicamos la vida". No le resultó tampoco extraño jugar mal contra un equipo en inferioridad numérica como ocurrió ya en Zaragoza: "Suele pasar. Ellos se vuelven más agresivos y tu te relajas. Y lo sueles pagar". Y, pensando en Liverpool, concluyó: " Es el momento para aprender cuando debemos matar un partido".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.