J. M. Huertas Clavería, militante del periodismo
Fue decano del Colegio de Periodistas de Cataluña tras un largo trabajo profesional
La muerte de Josep María Huertas Clavería (Barcelona 1939-2007), decano del Colegio de Periodistas de Cataluña, se lleva a una de las figuras más significativas de la renovación del periodismo, profesión que concibió siempre como una militancia.
Hijo de un periodista del régimen franquista, Huertas Clavería halló un padre espiritual en Manuel Ibáñez Escofet, director más tarde del vespertino Tele Exprés, donde también trabajó. En el verano de 1975 fue detenido por la autoridad militar y condenado en consejo de guerra por un reportaje en que aludía a las actividades de algunas viudas de militares franquistas. El apoyo incondicional que recibió de la Asociación de la Prensa, presidida sucesivamente por Santiago Nadal y Carlos Sentís, fue revelador de la transición ya avanzada en la corporación de los periodistas catalanes, cuya manifestación solicitando su libertad fue la primera autorizada en España y preludio del indulto en 1976.
Sin haber cumplido los 40 años, Huertas había creado escuela de reporterismo de calle entre periodistas más jóvenes y había desplegado un potente abanico de actividades. Formado en los ambientes del obrerismo católico, colaboró en revistas como Signo de Madrid y Presència de Girona, dirigió otras como Oriflama de Barcelona y publicó libros como Chicos de la gran ciudad o 21 d'entre nosaltres.Es autor de una biografía del dirigente cenetista Salvador Seguí y de una extensa obra investigadora sobre la historia moderna de la ciudad.
Barcelona y la vida de los barrios y de los trabajadores fueron el eje de una actividad profesional llevada a cabo principalmente en El Periódico de Catalunya y más recientemente en La Vanguardia y Avui.
De súbito, a los 67 años, ha muerto antes de cumplir el primer año como decano del Colegio de Periodistas de Cataluña. Desaparece así un periodista vocacional y militante, exigente y obstinado, hombre leal y de fuertes convicciones, trabajador incansable, cuya humanidad a nadie dejaba indiferente.
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