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APUNTES

Un dirigente habilidoso para las relaciones políticas

El rector de la Universidad Miguel Hernández de Elche lleva diez años, sino más, dedicado a esta labor de gestión "enriquecedora y todo un reto", según sus propias palabras, que le ha llevado a poner en marcha partiendo de cero una institución de la envergadura de una universidad. Rodríguez Marín ocupa este puesto desde la creación en 1997 de la universidad. Los primeros seis años nombrado por la Generalitat y los últimos cuatro elegido en los primeros comicios democráticos que se celebraron en la universidad.

Es catedrático de Psicología Social. Hasta su llegada a la Miguel Hernández, era director del departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante y también ha sido secretario general de esta universidad y de la de Valencia. Ha participado en numerosos proyectos de investigación y docentes y ha escrito también un buen número de publicaciones.

Marín llegó a este proyecto cuando era sólo una idea y formó parte de la comisión encargada de redactar el borrador para crear la universidad de Elche. Era entonces consejero de Educación Fernando Villalonga, con el que trabajó codo con codo como también lo hizo después con el propio Camps durante los años en los que finalmente se puso en marcha la universidad y en los que el ahora presidente de la Generalitat ocupó la cartera de Educación del gobierno de Zaplana.

Marín ha estado por tanto en contacto con las dos caras del Partido Popular y tampoco ha tenido nunca malas relaciones con el PSPV, gracias a la amistad personal que le une al presidente del partido y alcalde de Elche Diego Macià, con el que comparte estudios (los dos son psicólogos) y se conocían y habían trabajado juntos antes de emprender ambos sus nuevas obligaciones al margen de la vida académica.

En sus primeras elecciones, Rodríguez Marín obtuvo un respaldo del 82,52% de los votos. Entonces fue también el único candidato a votar, aunque si se presentó otra candidatura, liderada por el catedrático de neurología Jordi Matías-Guiu, que horas antes de la jornada electoral la retiró.

Los electores son toda la comunidad universitaria dividida en varios estamentos, alumnos, funcionarios doctores, personal docente e investigador y personal de administración y servicios. Pueden presentarse a este puesto en el caso de la Miguel Hernández 60 catedráticos. Tras las elecciones, el nuevo claustro debe quedar constituido el 30 de marzo. Es de prever que Rodríguez Marín mantenga la mayoría del equipo con el que ha venido contando en los últimos años. Él mismo ha dicho que será "continuista" y que sólo va a cambiar a aquellos profesores que le han pedido dejarlo por diversos motivos.

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