Una vista con máxima seguridad
Hacía años que no se celebraba un juicio en la Audiencia de Madrid con tanta presencia policial. Nada más iniciarse ayer la vista, la juez ordenó desalojar a una treintena de familiares de las víctimas. Lo hizo tras una trifulca en la que la policía tuvo que emplearse a fondo para evitar el linchamiento de los acusados.
Los familiares insultaron a los acusados -"asesinos, hijos de puta"- y desafiaron la barrera policial que les separaba el estrado. La juez, Susana Polo, dejó inicialmente pasar a los familiares porque hay jurisprudencia del Supremo que indica que los juicios, salvo causa en contra, son públicos.
No sólo al autobús que traslada al jurado, la policía ha puesto escolta a la juez, a la fiscal y a las partes. Tras el triple crimen, familiares de las víctimas vendieron droga delante de una comisaría para que les llevaran a la misma cárcel donde están los acusados. Algunos familiares de la víctima reclamaban: "¡Que nos los dejen, que ya haremos nosotros justicia!".
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