Los asesinos de Arabia Saudí preguntaron la nacionalidad a sus víctimas

El número de víctimas mortales del atentado que sufrió un grupo de ciudadanos franceses en Arabia Saudí se elevó ayer a cuatro, cuando falleció en el hospital de Medina el adolescente de 17 años que había resultado herido en el ataque. El joven tenía una bala incrustada en uno de sus pulmones y, según fuentes diplomáticas, "sucumbió a sus heridas". El hecho de que, antes de dispararles, los asesinos les preguntaran por su nacionalidad ha levantado una gran inquietud en la colonia francesa en el reino wahabí, cifrada en 3.600 personas.

El grupo que fue objeto del atentado estaba compuesto por nueve personas de tres familias distintas que viajaban hacia Madaen Saleh. El joven fallecido ayer era hijo de uno de los tres hombres asesinados el lunes, un profesor de un instituto de Riad y dos empleados de la empresa francesa Schneider Electric. Según relataban ayer ciudadanos de la colonia francesa en Riad, los autores del atentado, que llevaban el rostro cubierto, dispararon a quemarropa sobre los hombres del grupo una vez supieron su nacionalidad, y después huyeron del lugar.

La zona, donde se habían detenido para estirar las piernas y en la que fueron interceptados por un grupo armado, se encuentra en una zona desértica del oeste de la península Arábiga, cerca de Medina y también de la frontera con Jordania.

Algunas fuentes aseguran que se trata de un territorio prohibido a los extranjeros por su proximidad con la ciudad de Medina, donde está enterrado el profeta Mahoma. Otras, sin embargo, recuerdan que Madaen Saleh fue abierta al turismo recientemente por el Gobierno de Riad.