El ex minero admite que uno de los jefes del 11-M le pidió explosivos
Trashorras rectifica sus seis versiones del sumario, culpa a Zouhier y niega que facilitara la Goma 2 ECO
El ex minero José Emilio Suárez Trashorras, acusado de haber proporcionado la Goma 2 utilizada por el comando de islamistas para los atentados de los trenes y por lo que el fiscal solicita para él una condena de 38.670 años de prisión, sorprendió ayer a todo el mundo al contestar las preguntas del fiscal Javier Zaragoza y arremeter en sus declaraciones contra el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier y señalar que fue él quien le preguntó si podía proporcionar explosivos a los islamistas. Previamente, Zouhier le había acusado de facilitar los explosivos a El Chino, jefe de la célula islamista.
Trashorras negó haberse acercado a Mina Conchita desde 2003, a pesar de que el menor GMV, ya condenado por esos hechos, había confesado que estuvo con él y con tres islamistas, Jamal Ahmidan, Mohamed Oulad y Abdennabi Kounjaa el 28 de febrero de 2004 en la citada explotación minera, donde además de la Goma 2 recogieron "puntas y clavos". Con un perfecto conocimiento del sumario, Suárez negó haber llevado a los miembros del comando a la mina, destacando que los repetidores de los teléfonos así lo indican. El fiscal puso de manifiesto que Suárez utilizaba en aquella época una decena de teléfonos y que su alegación no tenía validez.
El fiscal preguntó a Trashorras si en alguna ocasión había ofrecido explosivos a ETA, a lo que éste contestó: "rotundamente no, ni en la cárcel ni en ninguna parte. Decían que había vendido 200 kilos a ETA, pero eso es mentira". Zaragoza quiso abundar sobre la entrevista a Trashorras publicada por El Mundo, en la que el procesado aseguraba que Jamal Ahmidan, El Chino, era amigo de los dos etarras detenidos en Cañaveras el 29 de febrero de 2004, mientras los marroquíes merodeaban por Avilés.
Zaragoza le preguntó si era cierto que Jamal Ahmidan le había dicho que era amigo de los dos etarras y que eso se lo había contado a la policía cuando fue detenido. Su explicación fue algo embarullada. Primero dijo que sí, luego que en realidad de ETA no le dijo nada y, finalmente, que quizás fue un malentendido, ya que, en realidad, entre ellos no hablaron "nada de ETA".
Zaragoza. ¿Dijo usted a esos policías algo sobre la posible relación del Chino con los etarras de la caravana de la muerte?
Trashorras. Sí.
Zaragoza. ¿De dónde se ha sacado ese comentario?
Trashorras. Fue lo que le entendí al Chino en una conversación telefónica.
Zaragoza. ¿Cuándo?
Trashorras. Pues poco después o al día siguiente de que les detuvieran. Me comentó que habían detenido a dos amigos de él y le pregunté '¿los que salieron en la tele?' Y me dijo 'sí'. Fue lo único que comentó pero no dijimos nada de ETA, fue lo que me dijo.
Zaragoza. ¿Transmitió esa información a la policía?
Trashorras. La transmití a policías y me comentaron que ETA no se relacionaba con traficantes, que en épocas anteriores habían atacado a traficantes y que era imposible esa relación.
Zaragoza. ¿Por qué no lo dijo al juez en sus declaraciones judiciales ni en sus careos?.
Trashorras. Porque me dijeron que esa relación era imposible y como me entró la duda de que el comentario hubiera sido un malentendido o algo
Zaragoza. O sea, que pudo ser un malentendido que luego no reflejó en sus declaraciones judiciales.
Trashorras. Ya le digo que como me dijeron que ETA no se relacionaba con traficantes, que era imposible pues lo descarté porque luego paré a pensar que quizás detuvieron a un amigo de él y al decir yo lo de la tele y decirme él que sí y quizás no se refería a ello.
Lejos de reconocer que además de haber dado goma 2 en Mina Conchita a los islamistas, Trashorras negó que en los tres viajes a Madrid que dos compinches y un menor hicieron por su cuenta se llevasen explosivos, sino una partida de hachís en mal estado que iba a devolver al Chino.
Trashorras afirmó que era votante del PP y que apoyaba la guerra de Irak para justificar su enfrentamiento verbal con El Chino. Trashorras dijo que en la finca de Chinchón su mujer, Carmen Toro, se mofó de El Chino, diciéndole que les habían echado de mala manera del islote de Peregil. El ex minero reconoció que vio Goma 2 en el maletero del coche propiedad de El Chino.
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