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El creador de la Ciudad de los Muchachos lidera un proyecto inmobiliario

Del sueño que el padre Jesús Silva Méndez tuvo en 1960 a modo de revelación de un cristianismo social revolucionario al que llamó Benposta, Nación de Muchachos, quedan el padre Silva y los restos de un naufragio colectivo en la memoria de unas cuantas generaciones de muchachos. Pero, sobre todo, queda un bien patrimonial estimado en 10 millones de euros. Un pastel urbanístico. Cerca de 50.000 metros cuadrados en las inmediaciones de Ourense en los que edificar 300 vivendas con vistas.

El padre Silva y sus antiguos alumnos se baten en variedad de pleitos -civiles y penales- por la titularidad de una languidenciente pero urbanizable Benposta. Mientras, dos promotoras con las que Jesús Silva constitiyó una sociedad inmobiliaria, intentan hacer negocio con el visto bueno del Ayuntamiento.

Con excepción de los pleitos y el solar, la Ciudad de los Muchachos es una entelequia. Los chavales, ahora tutelados por la Xunta -tras diversas denuncias de ex benposteños contra el padre Silva por supuestos malos tratos- practican sus acrobacias en Vigo.

"Más que nada, parece que el Ayuntamiento espera que se estrellen todos", dice Emilio Cid, benposteño desde los 9 años y tesorero y secretario del jesuita durante dos décadas, hasta 2003. Aquel año la familia Silva creó la Fundación Benposta "llevándose los bienes de la Asociación Ciudad de los Muchachos", indica Cid.

La operación urbanística arranca en la era del PP de Fraga que pretendía, entre otras cosas, el traslado del estadio de fútbol de O Couto a terrenos de Benposta. En 1999 la Xunta compró, a bajo precio, la Ciudad de los Muchachos. "El cura debió de verle ahí las orejas al lobo", opina ahora Emilio Cid, "porque en octubre de 2000 la familia Silva empezó ya a ofertar viviendas en Benposta". Efectivamente, un folleto publicitario editado ese año, proponía "Vivir mejor en las afueras de Ourense" y pedía una entrada inicial de 500.000 pesetas.

"¡Es una nueva comunidad para los antiguos muchachos!" se desgañitaba el padre Silva, defendiendo su proyecto. Pero Cid, y como él los integrantes de la Asociación Internacional de Benposteños (AIBEN), unos 80 antiguos muchachos, creen que el cura preparaba una turbia trama, "su propio pelotazo". La Xunta asumió la tutela de los menores. AIBEN tiene documentos que avalan que la familia Silva vendió ya todos los bienes patrimoniales "por cuatro millones de euros" a Promociones Nova Benposta, SL. Ahora, los terrenos están en manos de dos inmobiliarias: Construcciones y Promociones Promoland, y Larou, SL.

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"No luchamos por el terreno", explica Elvio Dos Santos, secretario de AIBEN. "Los terrenos son inapropiables, lo que queremos es una propuesta social; que se mantenga el fin social con el que fue creada Benposta". PSOE y BNG expresan su rechazo al proyecto de esta nueva Benposta que pretende aprovechar las condiciones de urbanización que ofrece el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Pero el gobierno municipal (PP) de Ourense ha autorizado el proyecto considerando que "cumple todos los requisitos y se adapta a la Ley". Según el plan de urbanismo, el aprovechamiento de la parcela será de 19.046 metros cuadrados. La licencia municipal está sólo pendiente del documento público que acredite la titularidad de los terrenos.

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