Dudas camino de Dubai
Rafael Nadal debuta mañana contra Baghdatis tras haberse perdido por lesión tres de las cinco competiciones que tenía en su calendario
Hace dos semanas, Rafael Nadal se subió a un tren en Ginebra, viajó a Marsella, llegó, se sentó en una silla y firmó unas palabras que dejaron con la ceja levantada, los móviles echando humo y las meninges planteándose problemas graves a decenas de periodistas: "Necesito unos días de descanso, cinco o seis. Estoy decepcionado. Me gusta Marsella y quería participar en este torneo. No es una lesión mala, pero sí está situada en un mal lugar". Nada fuera de lo normal si no fuera por una estadística dolorosa: a estas alturas de la temporada, Nadal tenía que haber jugado, según su calendario, en cinco competiciones. Sólo lo ha hecho en dos. Se ha perdido el torneo de Sidney, del que se retiró en el primer partido; la eliminatoria de la Copa Davis contra Suiza y el torneo de Marsella. Tres de cinco. Todas, por lesión. Todas, por dolencias diferentes. En Marsella sonó la alarma. No hay para tanto, según su círculo íntimo, que cree que se "exageran" los repetidos problemas musculares del tenista español, que debuta mañana contra el chipriota Baghdatis en el torneo de Dubai.
"Hay que esforzarse al máximo. Si no eres duro, no mantienes el sitio", dice Toni, su entrenador
"Es por el cambio de tipo de pista", argumenta el doctor Cotorro, médico de la federación española y hombre de confianza de Nadal. "Todos los deportistas profesionales se levantan de la cama con algún dolor", insiste Cotorro, que cuenta con información de primera mano: él es quien vio la resonancia magnética de la lesión de glúteo con la que Nadal explicó su eliminación del Open de Australia. También fue informado de los problemas en el aductor de la pierna derecha que le impidieron terminar su partido de la primera ronda en Sidney. Y vivió en directo el catarro y la lesión muscular que imposibilitaron al campeón de Roland Garros jugar ante Suiza en la Copa Davis y luego en Marsella. "La exigencia no es la misma para ser número dos del mundo que para ser número cincuenta", dice Cotorro; "son lesiones que se recuperan de un día para otro. Son pequeñas sobrecargas musculares. Son lesiones puntuales. Por eso estará en Dubai".
El grupo que rodea a Nadal opina que no hay problema, que todo es una casualidad, que no hay que preocuparse porque las tres lesiones musculares que ha sufrido en mes y medio tienen un origen diferente. Lo que pasa es que, como dice Cotorro, "todo el mundo habla" de Nadal. Que se "exageran" sus lesiones. Y que abundan las teorías de segunda mano sobre el origen de sus problemas:
- Sobrepeso."Está en su peso ideal. Todos le hemos visto más delgado en la Copa Davis", dice Cotorro. A Nadal se le echó en cara a principios de su carrera que se alimentaba mal. Eso, al parecer, ha cambiado. Tampoco es tan importante, según Toni Nadal, tío y entrenador del número dos mundial. "No entiendo que uno, por ser deportista, tenga toda la vida que estar pendiente de la comida y el descanso", explica; "al final, lo que ganarías lo perderías en actividad mental".
- Falta de descanso. "Se está exagerando", insiste Cotorro. "Su físico es de fuera de serie. A este nivel, en el deporte de élite, con todo este trabajo, siempre se tiene alguna cosilla", dice el doctor, que explica la lesión que sufrió Nadal en Australia como consecuencia del duro partido que tuvo que jugar contra Murray: "Fueron cuatro horas esprintando, con una intensidad brutal y unos cambios de ritmo impresionantes".
- Exigencia continua. "Aquí tienes que demostrar cada semana que estás a buen nivel", argumentaba Toni durante el Open de Australia, cuando se le recordaba la sorpresa con la que recibió Federer que Nadal no hubiera tenido vacaciones de Navidad y se hubiese quedado trabajando en Manacor. "Cuando Rafa me dijo que no iba a descansar, me sorprendí. ¿Cómo puede aguantar eso?", dijo. "Esto no es como otros deportes", explica Toni; "estás a punto de perder el ránking cantidad de veces. Si no trabajas duro, es difícil mantener el sitio. Pretendo que Rafa se esfuerce al máximo".
- Demasiados torneos. "Su calendario es el de un profesional que es número dos del mundo", dice Cotorro. "La primera parte de la temporada de 2006 fue dura, pero tras el torneo de Wimbledon midió perfectamente el ritmo de competición. Llegó fresco al final jugando un número limitado de torneos. Eso se puede mirar. La temporada de tierra fue durísima, de mucho desgaste, porque lo ganó todo", cierra. "Sólo hay que descansar cuando uno está agotado mentalmente", argumenta Toni; "con mucho descanso, luego cuesta ponerse en marcha. Lo bueno es que sean periodos cortos y constantes: jugar tres o cuatro torneos y descansar después tres o cuatro días es bastante".
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