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Una reforma que estuvo a punto de acabar en los tribunales

"Han sido muchas las tensiones" vividas hasta hacer realidad "el sueño de la rehabilitación del Victoria Eugenia", que a punto estuvo de "acabar en los tribunales", recordó el pasado viernes el alcalde donostiarra, Odón Elorza. Lo hizo ante la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, quien se trasladó a San Sebastián para devolver el teatro a la ciudad.

Y es que la reforma arrastra una historia que arrancó hace doce años. En 1995, la comisión mixta formada por los ministerios de Fomento y Cultura, aprobó la rehabilitación del Victoria Eugenia, un edificio protegido que hasta entonces ya se había sometido a tres reformas. Un lustro después, el Gobierno central, entonces gobernado por el PP, y el Ayuntamiento firmaron un convenio de colaboración por el que se comprometían a financiar al 50% las obras. El consistorio cedió la gestión de los trabajos a cambio de la ayuda económica.

El teatro cerró sus puertas al público en octubre de 2000, aunque las obras no comenzaron hasta diciembre del año siguiente, con un presupuesto de 7,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 32 meses. Pero en septiembre de 2003, tras nueve meses de escasa actividad, las obras quedaron totalmente paralizadas. El proyecto inicial había sufrido cambios que elevaron considerablemente el coste inicial de la actuación y Necso, la constructora adjudicataria, se negó a continuar trabajando sin tener la garantía de que se le iban a abonar las nuevas tareas encomendadas. El entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, anunció su intención de rescindir el contrato con la firma, aunque no llegó a materializar sus palabras.

Electoralismo

Los trabajos de rehabilitación se reactivaron tras el cambio de gobierno en marzo de 2004. El Ministerio de Vivienda, ya en manos del PSOE, se hizo cargo de las obras, que se reanudaron en junio de ese año, y se comprometió a pagar el 50% de la reforma, pese al sobrecoste. Las obras importarán finalmente 15 millones de euros. A esta cantidad hay que sumar otros seis millones gastados en equipamiento escénico, que de momento saldrán de las arcas municipales, aunque Elorza espera obtener nueva ayuda del Ministerio de Cultura.

Tras este accidentado proceso, el Victoria Eugenia volverá a abrir sus puertas el 1 de marzo. La idea inicial del alcalde era no organizar una gala oficial de inauguración, aunque el viernes anunció que, si la corporación así lo quiere, habrá un acto especial. Respondería de esta forma a una petición de los tres grupos de la oposición. En cualquier caso, el PNV y EA ven con buenos ojos la programación de la temporada inaugural, mientras que el PP considera que se podía haber hecho un mayor esfuerzo. EA cree, de todas formas, que la apertura del teatro va a hacerse de forma precipitada, sin terminar la urbanización de los alrededores, por motivos electoralistas.

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