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España se volcará en el apoyo internacional al futuro Gobierno de unidad palestino

Los países de la Liga Árabe acuerdan en Madrid normalizar las relaciones con Israel

El Gobierno se va a volcar en el apoyo al Gobierno de unidad nacional que negocian los palestinos moderados y radicales con objeto de lograr su plena aceptación por la Unión Europea y la comunidad internacional, pese al rechazo de Israel y al recelo que la idea ha suscitado en EE UU y otros países. Así lo anunció ayer el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al término de una reunión con los 26 países de la Liga Árabe en la que estos se comprometieron a "avanzar colectivamente hacia el mantenimiento de relaciones normales con Israel".

Nabil Shaat, consejero del presidente palestino, Mahmud Abbas, expresó en rueda de prensa que espera que España ayude a la Autoridad Nacional Palestina a "terminar con el bloqueo internacional injusto", decretado tras la llegada al Gobierno de los islamistas radicales de Hamás. Si no se logra acabar con ese embargo, que, dijo, "casi es un castigo colectivo para el pueblo palestino, va a ser muy difícil vender a la opinión los acuerdos de La Meca", es decir, los compromisos de moderación y alejamiento de la violencia en que se basa el actual diálogo entre Hamás y Al Fatah.

Moratinos respondió ayer con un sí incondicional a la petición de Shaat y destacó que lo más importante de la reunión era que había puesto de manifiesto "la decisión estratégica" de los árabes de normalizar las relaciones con Israel.

El encuentro celebrado ayer en Madrid fue bautizado como la "Iª Conferencia Hispano-Árabe", un foro de alto nivel que pretende tener continuidad con nuevas citas y una comisión de seguimiento de los acuerdos. Participaron en él los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, Jordania, Siria, Líbano, Túnez, Yemen y Emiratos Árabes Unidos, además del número dos del Gobierno de Marruecos, el ministro de Estado Abbas al Fassi, y de la ministra de Cultura de Argelia. Otros nueve países enviaron delegados de rango inferior y algunos de los siete restantes estuvieron representados por sus embajadores. No acudió el secretario general de la Liga Árabe, Amer Mussa.

La conferencia fue la parte política de una larga jornada protocolaria convocada con ocasión del lanzamiento y constitución de la Casa Árabe, un centro que, como los ya creados para Israel, América Latina o Asia, aspira a ser un punto de referencia y encuentro que ayude a "diluir los equívocos que suponen estereotipos y tópicos sobre esta región", según dijo el rey Juan Carlos.

El comunicado final del encuentro ministerial reafirma también la iniciativa árabe de paz aprobada en Beirut en 2002, que condiciona el reconocimiento de Israel a su retirada a las fronteras anteriores a la guerra de 1967, y apoya la perspectiva de una conferencia internacional de paz, sobre la base de dos Estados, que promueve Moratinos.

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Además, hace un llamamiento al "respeto mutuo, la tolerancia religiosa, así como al diálogo". Enfrentado a una pregunta sobre la situación en Arabia Saudí, donde las mujeres no pueden salir solas ni conducir, el ministro saudí de Exteriores, príncipe Faisal Al Saud, que había alabado en su discurso la tolerancia imperante en el legendario Al Andalus, comentó: "No sé si las mujeres conducían en Al Andalus", y aseguró que su Gobierno defiende los derechos de la mujer, pero en el marco de la sharia, la ley islámica. "Conducir es un hecho social, y es la sociedad la que determina las reglas en esos casos", añadió.

El Rey recibe el saludo del ministro del Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Faisal al Saud.
El Rey recibe el saludo del ministro del Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Faisal al Saud.EFE

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