Carod proclama en India el carácter "solidario del pueblo catalán"
El consejero es recibido con la pancarta: "Bienvenidos, amigos españoles"
La Generalitat lleva invertidos en el hospital de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) de Bathalapally, en el distrito de Anantapur, al sur de la India, 1.120.000 euros desde 1996. A la vista de las instalaciones del hospital, el consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod, garantizó ayer ante los responsables de fundación la continuidad de las aportaciones. Pero la organización tiene, además, 135.000 colaboradores en España, de los que 42.000 son catalanes. "Esto indica el carácter solidario del pueblo catalán", señaló Carod.
Carod habló así después de visitar parte del hospital de la Fundación, un gran centro que ejerce como una de las dos cabeceras de un programa de salud que atiende a dos millones y medio de personas que residen en unas 1.800 localidades de un área muy pobre. El hospital ha sido financiado con aportaciones públicas y privadas, como recuerdan unas 80 placas con los respectivos nombres.
Con esta visita comenzaba ayer la última etapa de la misión catalana en India, que comenzó con la participación en las jornadas de los Cuatro Motores para Europa con el Gobierno indio y continuó luego con la visita a dos de las empresas situadas en primera línea mundial en biotecnología y las industrias de la información.
El contraste con la actividad de la jornada de ayer era inmenso. De entrevistarse con la presidenta de la empresa Biocon, la mujer más rica de India, se pasó a un escenario de subdesarrollo y lucha para superar el lastre del sistema de castas, oficialmente abolido, pero aún omnipresente en las calles. En este último escenario es donde trabaja la Fundación Vicente Ferrer, que atiende a las castas más bajas del estrato social, la de los intocables y de las tribus nómadas.
Este aspecto fue particularmente destacado ante Carod por los responsables de la fundación que le recibieron, Anne Ferrer, esposa del propio fundador, y el director general, Jordi Folgado Ferrer. El consejero no pudo entrevistarse con Vicente Ferrer, quien se encontraba indispuesto.
Fueron las beneficiarias de la fundación quienes explicaron el funcionamiento de la misma. Un total de 40 mujeres de otras tantas pequeñas localidades, casi todas analfabetas y pertenecientes a la casta de los intocables, que han sido formadas como comadronas, explicaron cómo ejercen su trabajo, atendiendo partos, enfermedades leves y vacunando. "Ayudamos a las personas de las castas inferiores, como nosotras", explicó una de ellas, "pero el hecho de haber aprendido estas cosas ha hecho que la sociedad nos valore y se nos permita entrar en las casas de personas de castas superiores".
La comitiva que encabezaba Carod, compuesta por un autocar con una quincena de periodistas y cuatro jeeps, fue recibida con una gran pancarta con la leyenda, en inglés, "Bienvenida a los amigos españoles". Anna Ferrer, dijo que dar la bienvenida a aquella comitiva era un honor por dos razones: "La primera es que mi marido es catalán. Y la segunda es que en Annapur muchas personas pobres dependen de la Fundación, y la Fundación depende mucho de Cataluña".
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