Los prejuicios de la izquierda
Puigcercós reivindica valores como el civismo e instituciones como la familia
Al republicano Joan Puigcercós le salió ayer la vena pujolista, paradójicamente el político catalán que más tirria le provoca. El actual consejero de Gobernación acudió ufano a la presentación de un libro sobre su persona (Corredor de fons, Edicions Dau), que tiene tanto de hagiografía que hasta sus relaciones con el líder de Esquerra, Josep Lluís Carod Rovira, parecen sacadas de una novela rosa.
En la rueda de prensa, Puigcercós encontró el momento idóneo para sincerarse -a pesar de los micrófonos- y no tuvo reparos en amonestar a los políticos de izquierda que todavía siguen anclados en caducas realidades sociales, de los que excluyó a los republicanos porque nunca "han estado", dijo, "en esta amalgama de izquierda marxista". El secretario general de Esquerra les instó a sacudirse viejos "prejuicios" sobre valores como la propiedad privada, la familia, el antiamericanismo visceral, la autoridad del pater familias o del maestro de escuela. Así, admitió su admiración hacia la sociedad norteamericana -que no hacia sus dirigentes- y valoró su paso por una colegio católico del que no recuerda, manifestó, ningún "signo de opresión", y se mostró firme defensor de la "meritocracia".
Continuando con esta lección moral, Puigcercós proclamó que hay ciertos valores que no son ni de izquierdas ni de derechas, como el respeto a los padres o al profesorado, una cultura en retroceso por la permanente manía, señaló, de cuestionar la autoridad. O también la constante censura de la institución familiar con el argumento de que es un "modelo de opresión religiosa, que está en desuso o que tan sólo es propia de la burguesía". "Siento incomodidad ante determinadas poses de la izquierda", reconoció Puigcercós. Una proclama que hubiera hecho las delicias de Jordi Pujol, a quien gusta repetir que la izquierda, contrariamente a él, se ha apuntado tarde a la defensa de estos principios.
Para evitar ser tachado en ERC de revisionista, Puigcercós prometió seguir luchando por la igualdad de oportunidades, la escuela pública de calidad, el acceso universal a la sanidad, el sistema de pensiones y el acceso a la vivienda.
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