ELA endurece la oposición contra la 'Y' con movilizaciones para forzar un referéndum
El sindicato tacha el proyecto de "antisocial" y culpa al Gobierno de falta de democracia
El sindicato nacionalista ELA, mayoritario en Euskadi, con más del 40% de la representación, se convirtió ayer en la organización más importante de las que se han movilizado activamente contra la Y ferroviaria, la mayor infraestructura de la historia vasca. ELA, con su secretario general, José Elorrieta, al frente, anunció en Bilbao que pone en marcha una campaña de movilizaciones que ha iniciado con la difusión de folletos y en la que convocará dos jornadas de protesta en las calles: el próximo 9 de marzo en Urretxu y el 23 del mismo mes en Durango. Elorrieta tildó el proyecto de "antisocial" y acusó al Gobierno de falta de democracia por no convocar un referéndum al respecto.
Elorrieta reclamó directamente la paralización del proyecto, cuyo coste previsto superará los 5.000 millones de euros, y recordó que la Y tiene un impacto social, económico y medioambiental que no ha sido suficientemente debatido.
El sindicato nacionalista propugna un sistema de transporte que utilice las viejas infraestructuras ferroviarias para cubrir todos los pueblos de Euskadi, "una red mallada y multifuncional coordinada con los demás medios de transporte". Los objetivos de ELA son aprovechar el actual trazado, construir nuevas vías complementarias y que el coste de construcción y mantenimiento vaya acorde con el servicio. El sindicato reprocha al Gobierno que el proyecto solamente una las tres capitales y no parta de un diseño integral de transportes.
Los ataques de ELA tuvieron una doble dirección: el proyecto en sí mismo y la forma en que se ha gestionado el debate al respecto. "Es una inversión que bien merece un debate", sostuvo Elorrieta, quien exigió por ello que se convoque una consulta popular. "Haríamos bueno de verdad eso que dice el lehendakari [Juan José Ibarretxe] de que los vascos y las vascas deben decidir su futuro. Pero también en el día a día", señaló.
A renglón seguido, acusó a Ibarretxe de falta de "credibilidad" y le pidió que sea "coherente" con lo que predica. El líder de ELA recalcó que el Ejecutivo ha usado mecanismos de oposición al debate que muestran que obvia el "diálogo social y político".
Democracia participativa
Elorrieta reclamó un sistema de democracia participativa y recordó que en Suiza las grandes cuestiones políticas se deciden en referendos. También mencionó a EE UU, donde, coincidiendo con las elecciones, se votan múltiples cuestiones que afectan a la vida de los ciudadanos. Concluyó que si el Gobierno no convoca una consulta es porque tiene "un concepto opaco de la gestión".
El proyecto de Y lleva 16 años en discusión, pero hasta 2006 los gobiernos central y vasco no alcanzaron un acuerdo para poner en marcha las obras. El Ejecutivo de Vitoria realizará el tramo guipuzcoano y lo pagará de su presupuesto, fondos que el Estado devolverá luego vía Cupo.
Las obras no van a poder culminar en 2010 como originalmente estaba previsto dado el gran retraso que acumulan. Las expropiaciones de terrenos se están gestionando a través de Lurranek, empresa dependiente del Departamento de Agricultura. El Gobierno ha calculado que se verán afectadas 331 explotaciones agrarias -223 de Guipúzcoa, 76 de Álava y 32 de Vizcaya- de 35 municipios. Su intención es que estas explotaciones se reubiquen en otras áreas para que no desaparezca ninguna actividad agraria.
El Ejecutivo considera que las fases de alegación contra la infraestructura ya se han agotado y, por tanto, no presta mayor atención a los movimientos de oposición. Mayor preocupación le causa el rechazo de distintos grupos, varios de ellos ligados a la izquierda abertzale, que se puede traducir en más retrasos en los plazos.
El Parlamento aprobó el pasado día 10 con los votos del tripartito, el PSE y el PP una declaración de condena a "los planes diseñados por ETA" para impulsar actos de sabotaje contra el trazado ferroviario en alta velocidad.
El acuerdo final supuso igualmente un respaldo total al proyecto de Nueva Red Ferroviaria Vasca, al que denomina proyecto estratégico para el desarrollo y normalización de Euskadi. También respaldó al Ministerio de Fomento, al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), y a la Administración vasca y la empresa ETS para que sigan adelante con sus planes.
Este apoyo llegó después de que el 9 de diciembre ambos ejecutivos pusieron en marcha dos comisiones de coordinación para impulsar y asegurar los trabajos de construcción de esta gran infraestructura. La primera, de carácter policial, pretende garantizar la seguridad en las obras y prevenir posibles ataques y sabotajes. La segunda, de contenido político, se ocupará de favorecer el avance de los trabajos y crear una opinión social favorable. Los precedentes de la autovía de Leizaran y del pantano de Itoiz pesan sobre el proyecto.
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