... y Sebastián se examina

No fue un Desayuno con Diamantes, pero sí con la élite de los empresarios madrileños. Miguel Sebastián, candidato socialista a la alcaldía de Madrid, acudió a una invitación programa en mano y dispuesto a pasar el examen.

El lugar elegido por el gremio empresarial, para su primer encuentro con el cabeza de lista del PSOE de Madrid, no fue Tiffany's obviamente, sino el Hotel Husa Princesa, en el barrio de Argüelles. Los del Club Nexo, constituido por más de 200 altos cargos de las principales empresas del país, le recibieron entre cruasanes y cafés. Y también provistos de tarjetones para escribir sus preguntas.

- ¿Cuál es el mayor riesgo que está dispuesto a asumir en caso de que llegue a la alcaldía?-, se lanzó el primero a golpe de micrófono y obviando las tarjetas.

"Lo de la sanidad tienen que arreglarlo", le aconsejó Julia, vecina de Canillas

-Yo formo parte de un equipo que tiene un programa de gobierno. Nuestro principal riesgo radica en la asunción de nuestro programa.

Así respondió el candidato, que minutos antes, y en coherencia con su sólido pasado de economista y con aquellos que lo califican de "liberal", había disertado sobre la eficacia de la "colaboración entre el sector público y el privado. Yo soy partidario de la gestión privada". ¿Por ejemplo? Pues crear escuelas infantiles en los centros de trabajo (hay unos 15.000 niños en lista de espera en el municipio madrileño) con la colaboración de las empresas: "Si no hay sitio en la ciudad verás como lo hay en las empresas", dijo. Eso sí, sin perder de vista el espíritu fundamental de su programa: "Cambiar la forma de disfrutar la ciudad. Hacerla más moderna y más habitable".

-Todo eso está muy bien. Y en principio estamos de acuerdo. La cuestión está en que en política no es como en el fútbol, yo voy con el que mejor lo haga-, dijo un resuelto empresario.

-Nuestro riesgo está en lograr nuestros compromisos. Puede que nos salga o puede que no. Si no lo hacemos, la gente siempre puede volver al túnel-, replicó el candidato en alusión a las faraónicas obras de su contrincante, Alberto Ruiz Gallardón.

Antes del examen verbal y escrito, Sebastián había desgranado las líneas maestras de su programa. Y entonces contó lo de crear una "ciudad multicéntrica" que no obligue a los ciudadanos a atravesar el centro en sus desplazamientos; del "tranvía del Este": de San Blas a Fuencarral; de la peatonalización de la Gran Vía; de acabar con la "parálisis política de Madrid ("y no la de España", como había señalado el día antes Gallardón en Barcelona) acercándose a la ciudadanía"; de "crear tejido urbano"; de cambiar el modelo turístico hacia uno basado en el aumento de las visitas y no en el alza del gasto por turista; y promover la "marca Madrid".

Y, dicho esto, entró de lleno en el tema empresarial, que al fin y al cabo era el que interesaba a las cerca de 100 personas (fundamentalmente directivos trajeados) allí presentes. Fue entonces cuando se descolgó con el llamado "Plan una en uno", para crear una empresa en un día, y no en 47 que, dijo, se requieren actualmente por los trámites burocráticos. Y con la creación de un "Fondo Madrid Empieza" y otro "Madrid Arriesga", dotados con cinco millones de euros cada uno, para fomentar la creación empresarial, "fuente de riqueza de la ciudad". Su compromiso: crear las condiciones adecuadas en la periferia madrileña para dar cabida, de aquí a 2008, a 200 empresas. Y, por último: bajada de impuestos, en concreto el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) en su primera legislatura.

Sebastián no quiso irse sin dejar abiertos encuentros venideros con los empresarios y enunció el enigma: "Haremos una propuesta estelar en Puente de Vallecas que no les va a dejar indiferentes".