El Ibex 35 frena su racha

El Ibex 35 ha puesto fin a su racha de siete semanas consecutivas de subidas al ceder en esta el 0,16%. Las circunstancias del conjunto del mercado no han variado en absoluto y las expectativas se mantienen, aunque los inversores muestran síntomas de nerviosismo debido a la altura de los precios.

La Bolsa española ha visto frenada su racha de siete semanas consecutivas de ganancias al perder el Ibex 35 en esta última el 0,16%. Este índice se mantiene por encima de los 14.800 puntos e incluso en la jornada del miércoles conquistó un nuevo máximo histórico de cierre en 14.905,70 puntos.

Lo curioso de este frenazo del mercado es que hubo una causa muy concreta en la jornada de cierre, en la que el BBVA anunció por sorpresa la adquisición de un banco en Texas, el Compass Bancshares Inc., por 7.400 millones de euros. Algunos accionistas de BBVA decidieron que el precio era excesivo y patrocinaron una brusca huida que hizo caer la cotización hasta el 4,60%. Al cierre las acciones de BBVA bajaron el 2,40% y torcieron el signo de la sesión.

Anécdotas al margen, la evolución de la Bolsa a lo largo de la semana ha sido muy positiva, con ese máximo del miércoles y un máximo intradía el jueves en 14.938,30 puntos que confirman la solidez y posibilidades del conjunto del mercado. Los altibajos se han producido con prodigalidad en casi todas las sesiones, algo lógico debido a la acumulación de beneficios y la altura de las cotizaciones. De hecho, existe un cierto temor ante la proximidad de los 15.000 puntos, que podría considerarse como una meta para muchos inversores a corto plazo.

Esa sensación de riesgo se ha agudizado en parte debido a las desinversiones producidas esta semana en el sector eléctrico. Unión Fenosa e Iberdrola han sido objeto de la venta de sendos paquetes de acciones del 2,37% de Unión Fenosa y del 5% de Iberdrola que, en parte, se han interpretado como una señal de que los precios, para algunos accionistas, ya han llegado hasta donde podían llegar.

En cuanto a los indicadores económicos, en conjunto son positivos para la eurozona, en la que se han revisado al alza las expectativas de crecimiento para este ejercicio, que ahora son del 2,4% en lugar del 2,1% anterior. Estas perspectivas y el incremento de la inflación en Alemania auguran una nueva subida de los tipos de interés por parte del BCE, que esta misma semana insistía en mantenerse vigilante y decidido a actuar con rapidez.

En Estados Unidos se confirmó la ralentización económica a través del descenso de la producción industrial y de la venta de viviendas nuevas en enero, al tiempo que el primer dato provisional de confianza de los consumidores de este mes muestra un descenso que desentona con el optimismo mostrado por los responsables monetarios de aquel país.