_
_
_
_
Tribuna:Qué es...Conferenciante
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Palabritas de oro

España se abre desde hace apenas cuatro años a la arraigada costumbre anglosajona del conferenciante. Lejos de ser una moda, las conferencias constituyen un mercado muy definido y desarrollado en Estados Unidos desde hace casi 100 años, y más de 20 años en el Reino Unido.

La contratación de conferenciantes profesionales por parte de las empresas españolas es todavía parcial, aunque en franco crecimiento. Las organizaciones celebran reuniones que son demasiado importantes como para que las arruine la mala selección de un ponente.

Contar con un conferenciante de primer nivel es condición indispensable para asegurar el éxito de una convención, una reunión de clientes VIP, una reunión del comité de dirección... ¿Por qué? Porque sólo un profesional será capaz de adaptar su charla a los objetivos de la empresa contratante, emitiendo los mensajes que previamente ha consensuado con la empresa organizadora. Tan importante es cuidar el continente (iluminación, catering, escenario...) como el contenido (intervenciones).

La contratación de conferenciantes profesionales en España está en fase de desarrollo creciente

Por otro lado, recurrir a un profesional nos asegura un alto estándar de calidad. Cuando hablamos de calidad no nos referimos a dominar un tema y saber comunicar (al alcance de muchos), sino a ser un verdadero experto, maestro de la oratoria y, lo que marca realmente la diferencia, tener la "flexibilidad mental" necesaria para adaptar su ponencia (tanto en el fondo como en el aspecto formal) en función de las circunstancias.

Contratar a un conferenciante profesional no se limita a pagar por un "servicio" del que antes se disponía gratuitamente. La empresa que paga puede, y debe, exigir resultados. En definitiva, contar con un conferenciante profesional genera un retorno de la inversión y asegura el éxito del evento.

Los conferenciantes profesionales pertenecen, salvo pocas excepciones, a agencias especializadas. Unas organizaciones cuyo principal activo es el asesoramiento que brindan a sus clientes. Seleccionar al ponente que mejor se adapta a un determinado evento no es tarea fácil, ésa es la razón por la que existen. Son muchas las variables a considerar: filosofía de la empresa organizadora, objetivo del evento, perfil del público...

Además, si el cliente lo desea, estas agencias se encargan de toda la logística que rodea a la conferencia (viajes, alojamiento...). Y todo ello sin que el contratante tenga que desembolsar ni un euro más porque, como agentes que son, cobran directamente de sus representados.

Un conferenciante debe reunir las siguientes características: 1. Know-how: ser experto en un determinado sector del conocimiento. 2. Carisma: ganarse el derecho a estar delante de la audiencia. 3. Capacidad de comunicar: transmitir razonamientos complejos de forma sencilla.

Muchos líderes políticos se ajustan a ese perfil y, tras muchos años de exposición en los medios, algunos han sido capaces de desarrollar una marca personal trascendiendo una determinada filiación política (sirva de ejemplo Rudolph Giuliani, convertido en icono de la democracia tras el 11-S).

Pero no sólo es una cuestión de ego, las exorbitantes cifras que se manejan en el mercado norteamericano (entre los 50.000 y los 250.000 dólares por intervención) son el mejor de los incentivos.

Bill Clinton, el citado Rudolph Giuliani, Colin Powell, Alan Greenspan y Kofi Annan son los más demandados a nivel internacional y les siguen, de lejos, líderes europeos, como John Major, Helmut Köhl o Mijail Gorbachov. Si ex presidentes españoles como Felipe González o José María Aznar no gozan de mayor predicamento a nivel internacional (a excepción de Latinoamérica) se debe, sobre todo, a su manejo poco fluido de la lengua inglesa, la verdadera asignatura pendiente de nuestros políticos.

Daniel Romero-Abreu es director general de Thinking Heads.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_