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Reportaje:Fútbol | 23ª jornada de Liga

Rijkaard se queda en el Barça

El técnico dice que para él es un regalo estar en el Camp Nou y cierra el debate sobre su futuro

Àngels Piñol

¿Se va a quedar usted en el Barcelona?, le preguntó ayer una periodista en el Camp Nou a Frank Rijkaard, técnico del Barça, poco antes de viajar a Valencia, donde los azulgrana juegan hoy. Segundos de silencio. El suspense se extendió sobre la sala de prensa y el holandés acabó despejando el misterio respondiendo: "Sí". ¿Lo tiene ya decidido?, se le insistió. Y él, sin esconder su buen humor, movió sus manos como si palpara una bola de cristal que adivina el futuro, y aclaró: "Sí, está decidido".

La revelación tuvo un impacto brutal porque, hasta ayer por la mañana, nadie daba un duro sobre la continuidad de Rijkaard en el Barça al término de esta temporada, hasta el punto de que empezaban a circular nombres de posibles sustitutos. Todo el mundo tenía la sensación de que el principal perjudicado por el caso Eto'o había sido el holandés, que zanjó la rebelión de su delantero, arropado primero por el presidente Laporta, sin sancionarle. Humillado y enrabietado, Eto'o, que se negó a jugar el domingo siete minutos ante el Racing, cargó el martes contra todos: llamó "mala persona" a Rijkaard, delató a Ronaldinho por entrenarse poco y dijo que en el vestuario había dos bandos, uno el del presidente Laporta y otro amparado por el ex vicepresidente Sandro Rosell, al que puso de vuelta y media.

Y en medio de todo este paisaje, apareció Rijkaard en la sala de prensa, con un semblante triste, casi tanto como el día lluvioso que fastidió ayer el carnaval en Barcelona. Y la primera noticia ya tenía su enjundia porque en el papel que distribuye el club con la lista de jugadores convocados no figuraba Eto'o. Sin levantar la voz, Rijkaard explicó, para desconcierto de todos, que fue el propio camerunés el que lo pidió no viajar para mejorar su forma.

Estaba Rijkaard hablando de todo eso cuando, a la sexta pregunta, dejó claras sus intenciones de querer cumplir su contrato en el Barça. No fue una huida hacia adelante o un gesto vacilón, estrategia a la que Rijkaard recurre con facilidad anta la prensa porque se explayó y dio mil detalles para justificar su decisión.

¿Está diciendo entonces que será usted el entrenador el año que viene?, se le insistió para evitar cualquier equívoco. "Sí, he dicho sí...Me pidieron que mirara el fituro y en este momento mi futuro dice que sí". El holandés fue transparente cuando se le preguntó si ya había hablado con Laporta: "Con el presidente me llevo muy bien. Sin olvidar a Txiki [Begiristain, director deportivo]. Y nunca he dicho que me vaya a marchar. Y si no había sido muy contundente es por respeto al club y porque puede resultar presuntuoso y prepotente decir que voy a estar aquí muchos años. Sé como funciona el fútbol y la importancia de los resultados. Pero no tengo ninguna intención de dejar atrás a gente que quiero bien y si un día preparo algo los primeros en saberlo serán Laporta y Txiki".

Relajado, como si se hubiera quitado una gran losa de encima, Rijkaard no titubeó cuando explicó por qué precisamente eligió el día de ayer para cerrar el debate sobre su futuro. "Estoy feliz en el Barça. Es un gran club. Es un honor estar aquí: trabajar cada día aquí, para mí es un regalo. Pero no puedo pretender estar aquí toda mi vida porque no sólo depende de mí. Son sólo palabras", dijo ampliando su discurso. "Pero mi intención es no dejar a gente que cuenta conmigo. Pero sé que esto puede cambiar y lo entiendo. No quiero que nadie se comprometa por la amistad y el buen rollo que hay. El día que no hay resultados mis reglas son las de todo el mundo".

Protector del vestuario, Rijkaard cuestionó la teoría de Johan Cruyff de que se impone la renovación del equipo -"¿Cómo dices? ¿Cruyff?", dijo conteniendo un sutil sarcasmo al señalar a su interlocutor que había pronunciado bien en holandés el apellido del profeta- y elogió a sus jugadores. "Quizá son necesarios unos detalles pero no creo en un gran cambio en la plantilla. Está trabajando muy bien".

Y acabó asegurando que no le afectó el caso Eto'o para decidirse a hablar ayer. "Si no digo algo, la gente seguiría hablando de mí y escribiendo artículos. Y hay que hablar del equipo. Este es el momento oportuno: tengo contrato hasta 2009". Vestido con una americana y una camiseta en la que se veía la S de Superman -"los días grises no veo bien y cojo del armario lo primero que encuentro"-, Rijkaard se levantó y se fue con una sonrisa de oreja a oreja.

Frank Rijkaard, entrenador del Barça, ayer en el Camp Nou.
Frank Rijkaard, entrenador del Barça, ayer en el Camp Nou.SUSANNA SÁEZ

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