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Reportaje:Nissan Qashqai

Un todoterreno de fusión para el día a día

El Nissan Qashqai es un familiar original que reúne soluciones de los turismos y los todoterreno. Ofrece una línea compacta y el tacto de conducción de los primeros. Y la capacidad y versatilidad de los 4×4 para cumplir a diario y disfrutar el ocio lejos del asfalto. Además, está bien equipado y tiene precios asequibles.

Es el último coche mestizo, un modelo de fusión a medio camino entre turismo y todoterreno, que busca romper con la rutina de los familiares compactos clásicos (Focus, Mégane...) para proponer una alternativa más sugerente y versátil en el uso diario a precios asequibles. Se llama Nissan Qashqai, se fabrica en Inglaterra y está ya a la venta con tracción 4×2 y 4×4 a partir de 18.680 euros (1.6 de 115 CV tracción 4×2).

El nuevo Nissan tiene espíritu de turismo y traje de todoterreno. Ofrece el tacto refinado, la suavidad y un comportamiento dinámico cercano a los primeros, pero con la posición de conducción elevada que transmite sensación de dominio, la capacidad interior y, sobre todo, la línea de los últimos. En la práctica es un turismo todocaminos que cumple bien como coche familiar, ya sea en el día a día en ciudad o en carretera. Y permite, además, disfrutar el ocio saliendo del asfalto para realizar actividades y deportes al aire libre.

Diseño innovador

El Qashqai mide 4,31 centímetros de largo, como un Seat León, y se aparca sin agobios. Tiene sólo 1,6 metros de altura, unos 15 centímetros más que los turismos de su tamaño y 15 menos que los todoterreno ligeros equivalentes, como el Toyota Rav4. Estas medidas lo convierten en un híbrido entre ambos tipos de coches y han permitido configurar una carrocería compacta y equilibrada que se ha vestido después con un envoltorio original. Destaca el frontal, con una parrilla baja y un capó ascendente con dos nervios en el centro, que se prolonga y recoge en el mismo trazo un parabrisas muy tumbado, como el de los turismos. En cambio, la cintura alta de las puertas y la altura al suelo acercan el Qashqai a los todoterreno. Y detalles como el portón trasero inclinado hacia delante estilizan la figura. Lo importante es que presenta una imagen moderna, cuidada y con personalidad.

El interior es amplio, pero no transmite la sensación de desahogo en altura de otros todoterreno. Tiene unos asientos cómodos, unas plazas traseras correctas y un buen maletero (ver recuadro derecho). Y destaca el diseño y la calidad de materiales y acabados, que crean un ambiente más atractivo y refinado que el de otros todoterreno de su tamaño.

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Cuatro motores y buenos precios

La gama del Qashqai incluye cuatro motores. Dos son de gasolina: 1.6 de 115 CV (desde 16.860 euros) y 2.0 de 140 CV (1.000 euros más). Hay dos turbodiésel de origen Renault, 1.5 dCi de 106 CV (desde 20.680 euros) y 2.0 dCi de 150 CV (2.000 euros más), aunque el último no llegará hasta abril. Salvo el 1.6, que lleva un cambio manual de cinco marchas, los demás vienen de serie con seis. Los motores 2.0 pueden montar un cambio automático de seis velocidades (1.000 euros). Todos están disponibles con tracción delantera (4×2) a precios asequibles, y los 2.0 se ofrecen con tracción 4×4 (2.900 euros más). Se ofrecen en tres acabados muy completos. El base o Visia incluye ya seis airbags, ABS, ESP, aire acondicionado, radio-CD, ordenador de viaje y todo lo habitual. El Acenta (800 euros más) añade climatizador, sensores de lluvia, faros y aparcamiento, control de crucero, bluetooth y otros detalles. Y el Tekna suma techo panorámico, faros de xenón y llave inteligente (2.000 euros más), y puede incluir

tapicería de cuero (1.000) y un paquete con navegador y cámara trasera para aparcar (2.150).

El Qashqai tiene una línea compacta para poder circular con agilidad en ciudad. El diseño aerodinámico del frontal y el estilo robusto del lateral y de la zaga definen su imagen.
El Qashqai tiene una línea compacta para poder circular con agilidad en ciudad. El diseño aerodinámico del frontal y el estilo robusto del lateral y de la zaga definen su imagen.

INTERIOR AMPLIO PERO POCO MODULABLE

EL DISEÑO y el aspecto interior del Qashqai son algunos de sus argumentos diferenciadores. El 4×4 de Nissan presenta un ambiente moderno y atractivo que entra por los ojos y convence por su refinamiento. El salpicadero, realizado con plásticos mullidos para reducir lesiones en accidentes, la calidad de los materiales y los acabados marcan la diferencia. La insonorización, el tacto de los mandos y la calidad de rodadura están más cerca de los todoterreno de prestigio que de los modelos de las marcas populares. Y circula en asfalto con una consistencia y suavidad sobresalientes.

El interior no transmite la sensación de amplitud de otros 4×4 porque la carrocería es más baja. Pero cuenta con unos buenos asientos delante que sujetan bien, unas plazas traseras con suficiente espacio para las piernas que permiten ir sentado en una posición natural, y un maletero de 410 litros que aumenta hasta 1.513 si se pliegan los asientos posteriores. Sin embargo, la modularidad del Qashqai acaba ahí y supone una carencia importante como coche familiar, porque no incluye ni siquiera las funciones más sencillas de los monovolúmenes. Tiene unas plazas traseras fijas como las de los turismos que no se regulan en longitud e inclinación. Por lo demás, el puesto de conducción está orientado hacia el conductor y tiene algunos huecos para objetos bien diseñados, como una guantera refrigerada de 14 litros.

La zaga tiene un estilo moderno e integra bien el portón, pero la base de carga queda demasiado alta y exige más esfuerzo al cargar el equipaje.

TRACCIÓN 4x2 Y 4xA

LOS RECURSOS DEL Qashqai en conducción todoterreno son limitados. La altura libre al suelo de sólo 20 centímetros reduce los balanceos en carretera, pero se queda justa en el campo. Y las versiones 1.6 y 1.5 dCi sólo se venden con tracción delantera (4×2). En cambio, los motores 2.0 pueden montar la tracción 4×4 electrónica All Mode de Nissan (en la imagen) con tres programas: tracción delantera, 4×4 y auto. El último reparte la potencia automáticamente entre los dos ejes, según la adherencia, para optimizar la estabilidad.

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