Los extranjeros comprarán una de cada tres nuevas viviendas
Un estudio constata que los pisos son cada vez más pequeños
Tras años de efervescencia, el mercado inmobiliario vive una tendencia de desaceleración que se prolongará. El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante explicó ayer que el mercado se adapta a la demanda, como lo demuestra que los pisos son cada vez más pequeños. El sector prevé también que crezca el peso del turismo residencial y que a medio plazo una de cada tres nuevas viviendas acabe en manos de extranjeros.
En el contexto general de desaceleración, el sector sigue detectando una mayor efervescencia de la actividad constructora en la costa de la provincia de Alicante. El turismo residencial, además, gana peso y los aparejadores aseguraron ayer que la previsión es que en el futuro una de cada tres viviendas que se construyan acaban en manos de extranjeros. En la actualidad, ya destaca el nivel de construcción que se registra en los municipios costeros. Benidorm, Alicante, Elche, Pilar de la Horadada, Santa Pola o la Vila-Joiosa forman parte de los puntos de mayor efervescencia. Los aparejadores, de hecho, citaron un informe sobre la distribución territorial de la población extranjera para recordar que el turismo y la migración residencial lleva a que no se aprecien en determinadas comarcas como La Marina Alta, la Marina Baixa o el Baix Segura "los efectos de la ralentización".
En la misma dirección de cambios de tendencia, el informe del colectivo de aparejadores y arquitectos técnicos de Alicante detecta que se construyen más viviendas en el mismo espacio. En líneas generales, el documento subraya que el número de promociones inmobiliarias mantiene la senda del descenso que inició el sector hace dos años. Todo ello a pesar de que la entrada en vigor de las nuevas medidas de ahorro energético o de seguridad recogidas en el Código Técnico de la Edificación -desde septiembre del año pasado- han estimulado la presentación de proyectos ya previstos para su visado y las solicitudes de licencia de obras. Pese a ello, entre 2004 y el año pasado, el número de viviendas visadas descendió un 9%. En 2004 se visaron 52.715 viviendas y dos años más tarde la cifra se redujo hasta las 48.133, siempre según los datos facilitados por el colegio.
Suave desaceleración
El presidente de este colectivo, Antonio Morata, repasó los principales datos de una evolución que, dijo, va en consonancia con la del resto de España aunque se detecta antes en zonas como Alicante por su mayor actividad. "Las tendencias se han visto en Alicante antes que en otras provincias", resumió. Esta tendencia marcó a partir del año 2004 la senda de una "suave" desaceleración que se prevé que continúe durante el actual ejercicio y ante la cual los profesionales creen que no debe cundir ningún tipo de alarma. La tendencia, aseguró Antonio Morata, "no es catastrofista como se quiere hacer ver", sentenció.
Los aparejadores apuntaron como una de las posibles recetas para lograr invertir esta situación la conveniencia de elevar la disponibilidad de suelo para construir frente a la actual escasez de terreno. "Es previsible que el propio sector pueda introducir elementos de corrección que impidan el colapso", añadió su responsable.
Otra de las grandes conclusiones que detecta el informe presentado ayer refiere a la adaptación de la demanda de viviendas a los cambios que vive la oferta. La caída demográfica o el cambio en las costumbres pueden ser factores que expliquen que las viviendas que se construyen sean cada vez más pequeñas. Las promotoras reducen el tamaño de las viviendas que sacan al mercado y construyen cada vez más pisos en los mismos metros cuadrados.
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