El MNAC quiere incorporar a sus fondos espacios dedicados a Picasso, Miró y Dalí

Las negociaciones se llevan de forma sigilosa, pero comienzan a ser ya un secreto a voces. La esperada incorporación de un cuadro de Picasso a la colección del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) se realizará mediante el mecanismo de la dación. Es decir, una empresa, en este caso Abertis, adquiere el cuadro y paga con él parte de sus impuestos. La obra ingresa en el patrimonio estatal y el Ministerio de Cultura lo cede al museo barcelonés. En el caso del cuadro para el Museo Picasso de Málaga la operación es similar aunque con otra empresa. Esta operación permitirá crear un espacio monográfico dedicado al artista tal como en el futuro quiere hacerse con Miró y Dalí.

La operación aún no está cerrada y esto origina prudencia entre todas las partes implicadas. Con todo, las negociaciones están muy avanzadas y no se espera que ningún inconveniente pueda desabaratarlas. Las gestiones las ha realizado en gran medida el presidente del patronato del MNAC, Narcís Serra, que curiosamente en la época en que era alcalde de Barcelona consiguió ya para la ciudad en 1982 una importante donación de 41 cerámicas de Picasso, realizada por la viuda del artista Jacqueline Rocque, que siempre se sintió muy ligada a la ciudad que tanto marco al artista.

Ahora, Serra ha impulsado también un acuerdo a varias bandas que permite por una parte que un importante coleccionista relacionado también con la familia Picasso acceda a vender un cuadro importante -no se ha desvelado ni el título ni fecha de la obra, pero distintas fuentes consultadas aseguran que se trata de "una pieza de envergadura"-, que una empresa se avenga a comprar la obra y pagar luego con ella parte de sus impuestos, lo que se conoce como dación, y, por último, que el Ministerio de Cultura acceda a que esta obra que pasa a engrosar el patrimonio estatal pase a engrosar la colección del MNAC y no se quede, como suele ser habitual, en los museos madrileños.

Colaboración privada

En el caso de Barcelona la operación de compra la realizará la empresa Abertis, compañía de gestión de infraestructuras con sede en Barcelona que está controlada principalmente por La Caixa y la constructora ACS. Hay otra operación similar en marcha por parte del Ministerio de Cultura en el Museo Picasso de Málaga, según ha indicado en varias ocasiones su titular, Carmen Calvo, que también se realiza mediante el pago por dación de una obra cuya compra ha asumido también otra compañía privada.

En el caso del MNAC, sin embargo, esta compra ya de por sí importante -teniendo en cuenta el precio actual de las obras de Picasso en el mercado resulta muy difícil que un museo público, y menos barcelonés, pueda aspirar a comprarlas-, pero seguramente irá acompañada de un depósito con otras obras que pueden servir para crear incluso un pequeño ámbito dedicado a Picasso en el MNAC. En principio, aunque estas negociaciones aún están muy abiertas, las piezas procederían de la misma colección en la que se encuentra la obra que se prevé comprar.

Si todo sale como está previsto, esta operación Picasso no será la única que haga el museo. Aunque en todo lo que respecta a la compra de obras de arte siempre se trabaja con discreción, el objetivo a medio plazo del museo es incrementar su colección de forma notable sirviéndose para ello de todos los medios a su alcance. Además de la dación, también se está trabajando en el procedimiento del depósito y en incentivar la donación de coleccionistas o empresas catalanas que quieran recuperar el liderazgo del mecenazgo catalán de principios de siglo. Las compras directas, aunque no se descartan, se centrarían en obras de menor cuantía que resulten interesantes para completar la colección del museo.

Lo que sí está claro es que utilizando cualquiera de estas vías, incluido el intercambio o depósito procedentes de los museos monográficos catalanes dedicados a las otras grandes figuras de la vanguardia (especialmente Miró y Dalí), el objetivo es que el final del recorrido por las colecciones del museo refleje esta riqueza dedicando espacios o salas monográficas a los dos grandes surrealistas catalanes.