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Crónica:Fútbol | 22ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Agüero enciende la luz

Un tanto del argentino da la victoria al Atlético ante el Athletic en un choque muy desordenado

El Atlético venció. Empató a puntos con el Valencia en la cuarta plaza y olvidó los traumas que lo atenazan en el Calderón. Se aprovechó de que con el desorden del Athletic era imposible pararse a pensar y recordar las ansiedades caseras. Un gol de Agüero rescatado entre cientos de oportunidades fruto del caos generalizado, bastó.

El Atlético es el equipo que más veces dispara a gol de la Liga española. El problema es que casi nunca lo hace en buenas condiciones y, consecuentemente, sus cifras goleadoras guardan poca proporción con la cantidad de esos intentos. Ese probar suerte con tanta frecuencia tiene que ver con una concepción del juego abreviada: pocos pases, poca pausa, pocas luces; muchas prisas, muchos fallos, mucha precipitación. Esa fórmula, unida a una progresiva descalcificación de sus centrales -horrorosos ayer Pablo y Perea-transforma sus encuentros en algo semejante al fútbol inglés, pero sin la gracia del fútbol inglés. Si, además, el rival es blando en defensa y precipitado en ataque, como es el caso del Athletic, todo se convierte en ese barullo que algunos llaman juego directo.

ATLÉTICO 1 - ATHLETIC 0

Atlético: Leo Franco; Seritaridis, Pablo, Perea, Pernía; Maniche, Luccin (Costinha, m. 74); Mista, Jurado (Galletti, m. 65); Torres y Agüero. No utilizados: Cuéllar; Jacobo, Valero, Zé Castro y Gabi.

Athletic: Aranzubia; Expósito, Murillo, Sarriegi, Casas; Iraola, J. Martínez; J. González (Etxeberria, m. 45), Yeste, Gabilondo (Zubiaurre, m. 57); y Aduriz (Urzaiz, m. 71). No utilizados: Alba; Dañobeitia, Bergara y Llorente.

Gol: 1-0. M. 64. Seitaridis centra sobre el punto de penalti a Agüero que, tras deshacerse con un recorte de Expósito, marca a media altura.

Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Javi González, Perea, Luccin y Mista.

Unos 45.000 espectadores en el Calderón.

Agüero y Torres estuvieron unas veces cerca del suspenso y otras del sobresaliente
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Claro, que todo tiene sus ventajas. La sucesión de ocasiones trompicadas, fruto de errores ajenos o de pelotazos propios, situó el balón en las porterías. Nadie se pudo quejar de esos tediosos tiempos muertos en los que la pelota transita por el centro del campo. Ni Luccin, ni Maniche, ni Javi Martínez, ni Iraola. Los cuatro medios centro se limitaron a defender. Apenas vieron el balón, que corría veloz lejos de su alcance, rebotando de área en área.

Y en esos rebotes, balones a la espalda de las defensas, tuvieron mucho protagonismo Agüero y Torres. Ambos estuvieron, alternativamente, cerca del sobresaliente y del suspenso. Los dos se equivocaron muchas veces en los controles, en la elección de pase y en la ejecución del remate. Pero también mostraron inteligentes desmarques, habilidosos regates y precisos e intencionados centros.

El Athletic sostuvo la apuesta del conjunto madrileño hasta la última media hora del partido. Varias cadenas de errores defensivos del equipo rojiblanco se convirtieron en buenas ocasiones de Aduriz, Javi González o Gabilondo. Después, como sucede con excesiva frecuencia, todo su peligro quedó reducido a la habilidad de Yeste en el balón parado.

La inconsistencia del equipo bilbaíno a la hora de defender, su suicida idea de colocar a los zagueros casi en el centro del campo, resolvió el problema rojiblanco: la falta de ideas. Ayer, ni Mista ni Jurado estuvieron brillantes. De hecho, apenas si estuvieron. Jurado completó uno de sus encuentros más grises en los últimos meses y rebajó en mucho la euforia que provocó su brillante actuación el pasado martes con la sub 21 ante Inglaterra. Al final, fue sustituido por el hiperactivo Galletti, el rey del desorden.

Con el Athletic desaparecido durante casi todo el segundo tiempo, el esquema del Atlético, su veloz transición entre defensas y delanteros, se hizo cada vez más constante. Entonces, Torres y Agüero se lo pasaron muy bien haciendo paredes entre los dos o viendo cómo el uno y el otro se liaban en sucesiones interminables de regates.

Torres supera en velocidad a Casas.
Torres supera en velocidad a Casas.CRISTÓBAL MANUEL

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