El difícil salto del césped al parqué
El Lyon se suma a la lista de clubes cotizados. Los movimientos corporativos animan un sector muy volátil en Bolsa
El Olympique de Lyon debutó en Bolsa el viernes con una subida del 0,83%. Su estreno llega en un buen momento para el sector debido a los numerosos movimientos corporativos que se están produciendo. Esta semana dos magnates estadounidenses han comprado el Liverpool. Los reds se unen así a una larga lista de clubes ingleses adquiridos por inversores extranjeros. Estas operaciones, casi todas en equipos no cotizados, no evitan, sin embargo, que la mayor parte de los equipos en Bolsa coticen por debajo del precio de su estreno. Los expertos advierten de que son valores volátiles al depender en exceso de los resultados deportivos. En España los clubes pueden cotizar desde 2002, pero ninguno lo ha hecho. Real Madrid y Barcelona, los más ricos del mundo, tienen vedado el acceso al mercado al no ser sociedades anónimas deportivas.
El equipo de mayor capitalización bursátil en Europa es el modesto Parken danés gracias a sus ingresos por negocios inmobiliarios
Del césped al parqué. Éste es el salto que acaba de dar el Olympique de Lyon. Con el campeón francés son ya casi una treintena los clubes de fútbol europeos que cotizan en Bolsa. Se trata de una decisión que alivia las arcas de muchos equipos, pero supone una opción de alto riesgo para los inversores debido a la elevada volatilidad de los títulos. La rentabilidad del DJ Stoxx Football en los últimos dos años es del 53,5%. Bate así el 39,6% de subida del Euro Stoxx 50 en el periodo. Sin embargo, sólo cinco de los 26 equipos incluidos en el índice cotizan por encima del precio fijado en su OPV.
El propio Olympique, que el viernes en su primera sesión subió un 0,83%, reconoce los peligros de este tipo de valores en el folleto de salida a Bolsa, registrado en la Autorité des Marchés Financiers (AMF), el supervisor francés: "Entre los riesgos se encuentran aquellos ligados al impacto que los resultados deportivos tienen en las finanzas del club, así como la dependencia de los contratos por los derechos audiovisuales y los acuerdos de patrocinio. La acción también puede sufrir por la marcha de un jugador clave".
Es decir, a los factores que afectan a cualquier compañía cotizada, en el caso de los equipos hay que añadirle intangibles. Si se ganan partidos se juegan competiciones europeas, si se participa en éstas los ingresos por televisión y marketing se multiplican... y así se entra en una espiral cuyo fin va a depender de algo tan aleatorio como que la pelota entre o no.
"Si hubiese buena gestión, las cuentas no tendrían por qué depender tanto de los resultados deportivos. Sin embargo, los directivos, cuando la afición se dirige al palco con pañuelos, sacrifican la rentabilidad económica y se lanzan a gastar", según José Luis Sánchez Fernández de Valderrama, catedrático de Economía y vicepresidente del Instituto Español de Analistas Financieros.
Las dificultades económicas de muchos equipos, donde sueldos y fichajes se comen los ingresos, entran en contradicción con la aparente buena salud del negocio futbolístico. Deloitte realiza desde 1996 un análisis de las finanzas de los 20 mayores clubes europeos. Si en su primer estudio los ingresos conjuntos de estos equipos eran de 1.200 millones de euros, en la temporada 2006 la facturación había crecido hasta los 3.300 millones. "El fútbol sigue siendo un deporte de crecimiento, especialmente el fútbol de élite. El interés que despierta se refleja un año más en el aumento de la facturación", afirma Dan Jones, de Deloitte.
Entre los cotizados, aunque figuran algunos equipos de renombre, no están la mayor parte de los grandes. Es más, se da la paradoja de que el mayor club por capitalización y el que más se revaloriza desde su OPV (766%) es un desconocido: el Parken Sports. Este club danés, con un valor de mercado de 518 millones de euros, presenta un modelo de negocio atípico, ya que una parte significativa de sus ingresos procede de actividades inmobiliarias y de la explotación de varios centros comerciales.
Parken arrebató el liderazgo de equipo con mayor capitalización el pasado mes de mayo, el Juventus. El equipo turinés perdió en tan sólo 10 sesiones la mitad de su valor tras destaparse el moggigate, el escándalo por la compra de partidos en Italia. La cotización de la vecchia signora ha recuperado parte de terreno por la venta de jugadores, pero aún está lejos de sus máximos.
El Olympique de Lyon ha escogido un momento dulce en el sector para salir a Bolsa, ya que las cotizaciones se ven aupadas por numerosos movimientos corporativos. Muchas de estas operaciones se dan en clubes no cotizados, pero los múltiplos que se pagan superan los que tienen los equipos que sí están en Bolsa. Esta semana, el Liverpool ha sido vendido por 320 millones de euros. Los reds siguen así el camino de otros clubes ingleses como Chelsea, Manchester United, Aston Villa, Fulham y West Ham, comprados por magnates extranjeros. Hasta a George Soros le ha picado la fiebre del balón y se ha hecho, junto a otros socios, con el 20% del Galatasaray.
Sequía en España
Los clubes españoles pueden cotizar en Bolsa desde el 1 de enero de 2002, una vez finalizada la moratoria impuesta por la Ley del Deporte. Aunque algunos equipos, como Valencia, Atlético de Madrid o Español, iniciaron los trámites, ninguno ha dado el salto definitivo al mercado.
¿Cuáles son los motivos para esta sequía? "Creo que es doble, primero la transparencia exigida por el mercado, difícil de cumplir por los clubes si se tiene en cuenta el tipo de gestión que realizan. La segunda causa tiene que ver con el escaso conocimiento del funcionamiento de la Bolsa por parte de los directivos actuales", comenta Loreto Fernández, profesora de Economía de la Universidad de Santiago de Compostela y coautora de un estudio titulado Financiación de entidades deportivas en el mercado bursátil.
Real Madrid y Barcelona son los equipos más ricos del mundo, según el estudio de Deloitte. Sin embargo, al ser clubes y no sociedades anónimas deportivas (los únicos en España junto a Athletic de Bilbao y Osasuna) tienen vedada la Bolsa. "Ahora mismo, por ingresos y liquidez, serían los únicos que tendría sentido que cotizasen", según Fernández de Valderrama.
La llegada de las televisiones privadas en España en los años noventa supuso una importante fuente de ingresos para los clubes, que cedieron sus derechos de imagen. Sin embargo, las grandes sumas recibidas no han impedido que los balances de la mayoría de los equipos arrojen fuertes deudas. A 30 de junio de 2005, último dato disponible por el Consejo Superior de Deportes, los compromisos financieros contraídos en Primera División ascienden a 2.083 millones. Carlos del Amo, secretario general de la Liga de Fútbol Profesional, reconoce que la situación económica no es del todo "boyante", pero cree que la deuda es "sostenible". Del Amo ve "probable" que a medio plazo cotice algún club español.
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