La exclusividad a través de la tecnología
El Lexus LS 460 es el estandarte de la marca de prestigio de Toyota y presenta sus tecnologías más avanzadas. Ofrece una línea elegante, un interior exquisito y un equipo de serie con los sistemas electrónicos más sofisticados al servicio del confort, la seguridad y el agrado en la conducción. Y estrena soluciones innovadoras, como el primer cambio de ocho marchas o el aparcamiento automático. Una berlina exclusiva con precios elevados que se adelanta al futuro.
Hay coches pensados para cumplir en el día a día, y otros, inalcanzables para la mayoría, que nos muestran el futuro. El LS 460 es uno de ellos y ofrece avances, como el cambio de ocho marchas y otros, que llegarán más adelante a modelos más asequibles.
El buque insignia de Lexus, la división de lujo creada por Toyota para compensar la fama de marca económica que tenía en Estados Unidos, estrena los últimos avances disponibles en el arsenal tecnológico del fabricante japonés. Y aunque sus elevados precios (desde 88.000 euros) penalizan las ventas, el LS sirve también para reforzar la imagen de marca, valor clave para un fabricante exclusivo.
Estilo clásico y mayor dinamismo
El nuevo LS supone una redi-finición de las berlinas de lujo que busca adaptar estos coches a los cambios sociológicos y gustos de los nuevos clientes, más jóvenes y discretos. Sigue la estela de sus rivales de Mercedes, BMW y Audi (Clase S, Serie 7 y A8) y evita la ostentación, un aspecto en declive, incluso entre los potentados que compran estos modelos. El Lexus prima la exclusividad y el confort, pero lo hace a través de la excelencia tecnológica y con sofisticaciones como una suspensión neumática exquisita, los asientos climatizados o el aparcamiento automático. Apuesta además por otros valores, como la seguridad, el disfrute en la conducción o la ecología, hasta hace poco secundarios para los clientes ricos y maduros de estos coches. Y aporta innovaciones que lo distinguen, como las ocho marchas, un equipo al detalle y unos consumos y emisiones comedidos para su cilindrada. La complejidad tecnológica se refleja en unos precios inasequibles para la mayoría, pero la producción en serie de sus avances reduce costes y los acerca a coches más populares.
La línea evoluciona la de las tres generaciones anteriores del LS, aunque si antes se identificaba más con el clasicismo de Mercedes, ahora ha girado hacia el dinamismo de BMW y Audi. El frontal, sólido y potente, presenta una parrilla algo aparatosa que recuerda a la marca de la estrella, pero el lateral, las aletas y sobre todo las grandes llantas y el diseño de la zaga hacen que parezca más compacto y realzan su dinamismo. Y la calidad se refleja en detalles como los ajustes de las piezas y una aerodinámica récord (CX: 0,26).
El interior es amplio en todas las plazas y permite viajar en una posición cómoda y relajada, y con unos asientos con todas las regulaciones eléctricas, tanto delante como atrás. El diseño es moderno, tiene clase e incluye un salpicadero bicolor que integra una instrumentación y una consola muy elaboradas. Y aunque el maletero resulta algo justo para su tamaño, ofrece huecos muy prácticos en las puertas y la zona del cambio.
Equipamiento sofisticado
Este ambiente exquisito y refinado se completa con una insonorización y suspensiones impecables que filtran en silencio. Y el conjunto permite viajar como si se flotara sobre el asfalto, con un esfuerzo mínimo del conductor y un confort excelente para los ocupantes.
El LS se vende sólo con un motor 4.6 V8 de gasolina (380 CV) y cambio automático secuencial de ocho marchas. Los precios son altos, pero sus cinco acabados impactan por su completísimo equipamiento. El Premium (88.800 euros) incluye ya ocho airbags, dos para las rodillas de los pasajeros delanteros, ABS, control de estabilidad avanzado VDIM, suspensión neumática, climatizador, tapicería de cuero, asientos delanteros eléctricos y traseros con calefacción, llantas de 18 pulgadas, faros bixenón que giran en las curvas, pantalla táctil con navegador, cámara para aparcar y cargador de CD, sensores de lluvia y cinco años de garantía. El Executive (94.200) añade llantas de 19 pulgadas, techo solar, aparcamiento automático, volante con calefacción y llave inteligente. El Luxury (100.200) lleva radar antichoque y equipo de música Mark Levinson. El Ambassador (106.500) incorpora airbags laterales traseros, climatizador trasero independiente, nevera, asientos posteriores eléctricos y climatizados... Y el President (112.000) incluye sistema multimedia en las plazas de atrás. A fin de año llegará el LS 600h, un híbrido con un motor 5.0 V8 y dos eléctricos, que rinden 450 CV en total y gastan 9,5 litros de media.
Conclusión
El LS 460 es una berlina de representación para quienes valoran la calidad y las últimas tecnologías. Ofrece un funcionamiento mecánico impecable y seguro, un interior tan cómodo como el de otros modelos similares y un equipamiento de capricho que lo distingue. Y cuesta como sus rivales.
INFLACIÓN DE BOTONES
El interior del LS 460 impacta por su refinamiento y aplica con gusto los mejores cueros y maderas para crear un ambiente exquisito y sofisticado que recuerda a un palacio rodante. El diseño es moderno y elegante, con un salpicadero en dos tonos muy logrado y una consola en el centro que integra la pantalla táctil para manejar los accesorios, desde el navegador hasta la cámara para aparcar, que se conecta al insertar la marcha atrás. Pero la inflación de teclas y reglajes exige paciencia para aprender todas las funciones. Así, el radar antichoque, el ordenador de viaje y el equipo de música se activan desde el volante, que lleva también un botón para manejar con la voz el teléfono, el navegador y la climatización. Los programas de suspensión y cambio, y la climatización de los asientos se regulan con unas teclas junto al cambio. Las plazas traseras son amplias, permiten llevar las piernas casi estiradas y se reclinan eléctricamente. El apoyabrazos lleva repisa, posavasos y un cuadro de mandos para regular desde atrás la climatización y otros accesorios. Y el maletero es escaso para el tamaño del LS: tiene 400 litros con los asientos traseros en la posición más retrasada y 510 litros si se adelantan. Los escapes, integrados en el parachoques, aportan un toque deportivo a la zaga.
IGUAL DE CARO Y MEJOR EQUIPADO
El acabado básico Premium del LS cuesta casi igual que los modelos similares de las marcas de prestigio, pero incluye un equipo de serie superior, con detalles como el cambio de ocho marchas, el navegador y la cámara de ayuda para aparcar. Es unos 1.000 euros más caro que los Audi A8 y Jaguar XJ. El primero tiene tracción 4×4, pero el navegador se paga aparte (2.610 euros) y tampoco incluye asientos eléctricos con memoria (750) ni sensores de aparcamiento (933). El Jaguar incluye navegador, pero tiene sólo seis airbags. La diferencia con el Clase S es de sólo 100 euros, y al Mercedes hay que sumarle al menos los asientos con memoria (980), los sensores de aparcamiento (930) y el navegador (2.317 euros). El BMW 750 es el único más caro: cuesta 5.400 euros más. Y tampoco incluye navegador (3.072) y otros detalles, como la cámara para aparcar.
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