Las rachas de viento de 80 kilómetros por hora tumban un árbol de 15 metros en el Jardín Botánico
Un gran ejemplar de arizónica, de 15 metros de altura y unos 40 años de edad, se desplomó en la madrugada de ayer en el Jardín Botánico a causa de la lluvia y el viento. El ejemplar sufría un problema de raíces superficiales y presentaba una acentuada inclinación, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del que depende este recinto. La caída del árbol ha alterado uno de los lugares más característicos del jardín, la glorieta de Linneo, que corona el paseo de Carlos III.
Según el CSIC, la progresiva inclinación de la arizónica y de otra situada en la misma zona era estudiada desde hace tiempo por sus técnicos, que habían colocado testigos para registrar la evolución de los árboles. El Plan Parcial de la Gestión del Arbolado, de 2001, planteaba la retirada a medio plazo de ambos ejemplares, pero el viento, con rachas de más de 80 kilómetros por hora, han podido con el árbol más débil.
El CSIC prevé en breve retirar la arizónica que aguantó el embate del viento para evitar riesgos a los visitantes, mientras que el ejemplar caído anoche permanecerá así durante el fin de semana "como medida didáctica y para mostrar las causas de la caída a los visitantes".
Un portavoz del Jardín Botánico contó que es imposible conservar este tipo de árboles una vez que sus raíces están al aire, por lo que se descarta replantar el ejemplar caído.
Las rachas de viento superaron ayer los 80 kilómetros por hora en la capital y llegaron a alcanzar los 92 kilómetros en Navacerrada y los 125 kilómetros en el Alto del León, según el Centro Meteorológico Territorial en Madrid. Los daños causados por el viento obligaron a los bomberos a efectuar 87 intervenciones en la región entre la medianoche y las once de la mañana de ayer, la mayoría de las cuales fue para retirar árboles derribados y ramas desprendidas.
