Pedro Knight, músico cubano
Fue trompetista de la Sonora Matancera y estuvo casado con Celia Cruz
El músico cubano Pedro Knight, viudo de la cantante cubana Celia Cruz, falleció el sábado 3 de febrero en Arcadia, California. Tenía 85 años.
Pedro Knight, el que fue esposo de la cantante Celia Cruz durante 45 años, falleció el 3 de febrero en el Methodist Hospital de Arcadia, California, Estados Unidos. Knight, de 85 años, llevaba tiempo aquejado de diabetes. Trompetista de la famosa Sonora Matancera, se casó con Celia Cruz en 1962 y fue su director musical hasta su muerte, en 2003.
Aunque no tuvieron hijos, Pedro Knight y Celia Cruz formaron una de esas parejas indestructibles. No se separaban ni un momento y se prodigaban constantemente muestras de afecto: para Celia, él era su "cabecita de algodón" (una referencia a su pelo blanco); carente de machismo, Knight puso su vida al servicio de la gran Guarachera de Cuba.
Nacido en 1921, Knight se integró en 1944 en la Sonora Matancera, un sexteto típico de Matanzas que, en La Habana, creció con el añadido de las trompetas, tocadas por Pedro y Calixto Leicea, una de las señas de identidad de la agrupación. Otra de las características de la Matancera fue la abundancia de extraordinarios vocalistas que pasaron por sus filas, entre los que destacó Celia Cruz, que se incorporó en 1950.
Muy rigurosa en su vida privada, Celia rechazó durante años las atenciones de Pedro: desconfiaba de los músicos por su fama de mujeriegos (de hecho, Knight tenía al menos cinco hijos). Oficializaron su relación en Nueva York en 1962, mediante una ceremonia civil. Para entonces, la Sonora Matancera ya había escapado de la revolución castrista y trabajaba en México y Estados Unidos.
En 1965, Cruz dejó la Matancera para funcionar como solista; Knight se transformaría en su representante y el director musical de sus conciertos. Conscientes de hallarse en otro mercado, para los discos recurrieron a músicos afincados en Nueva York, como Tito Puente y Johnny Pacheco. De la mano del segundo, y aunque era una tradicionalista, Cruz se introdujo en el alborotado mundo de la salsa, hallando un nuevo público a través del sello Fania: siempre era elegida como la cantante favorita de los lectores de Latin NY.
Cruz sobrevivió al hundimiento de Fania y la crisis de la salsa; según avanzaron los ochenta, su fama empezó a desbordar los límites de los países hispanoamericanos. Aunque no hizo exactamente los discos que deseaba (siempre soñó con grabar boleros), Celia se mantuvo triunfal, convertida además en un símbolo del belicoso exilio cubano.
La muerte de Celia en 2003 dejó desamparado a Pedro, que sufrió un rápido deterioro físico y mental. Decidió vivir con Luis Falcón, un admirador californiano que, tras haber montado el club de fans de la cantante, se convirtió en una especie de hijo adoptivo.
Posteriormente, la situación de Pedro fue objeto de litigios. Una hermana de Celia, Gladys Bécquer, y una hija de Pedro, Ernestina Knight, acusaron a Falcón de estar vaciando los fondos de la Fundación Celia Cruz. Después, Omer Pardillo, antiguo manager de Celia y albacea testamentario, también demandó a Falcón, alegando incluso que no cuidaba adecuadamente de Knight.
Tras su muerte, acaecida el sábado 3 de febrero, Knight será enterrado junto a su esposa en el cementerio de Woodlawn, en el Bronx neoyorquino. Ellos manifestaron su deseo de reposar finalmente en Cuba, una vez que desaparezca el régimen castrista.
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