Cisma por la marcha de Ayala

Pese a que estaba cantado, el Valencia recibió ayer al mediodía un puñetazo en el estómago. El Villarreal acababa de anunciar el fichaje del central valencianista Fabián Ayala, de 33 años, por las tres próximas temporadas. De nada valieron las súplicas del jugador en las últimas semanas para quedarse en Mestalla. De nada su gran rendimiento en las seis campañas en el club, también en ésta. Ni los informes favorables del entrenador, Quique Flores. Ni su reputación mundial: ayer, ante Francia, se convirtió en el internacional argentino que más veces ha vestido la camiseta albiceleste, 107, una más que Diego Simeone. Ni que esté a un partido de quien en más ocasiones ha sido capitán de la selección argentina, un tal Diego Maradona, 58. El presidente valencianista, Juan Soler, y su director deportivo, Amedeo Carboni, le pagaron con la indiferencia después de que el jugador, en verano, les acusara de haberlo engañado por un acuerdo verbal de renovación que, según el defensa, rompieron los dirigentes. La pieza se la cobra Carboni, enemigo declarado del zaguero desde su etapa de compañeros en el vestuario de Mestalla. En realidad, tras ser designado director deportivo a finales del ejercicio pasado, Carboni contaba con tres enemigos a los que abatir: fracasó de momento con el técnico, Quique Flores, porque le acompañan los resultados; no pudo con Cañizares, que consiguió renovar negociando directamente con Soler; pero sí ha tumbado a Ayala, el único de los tres enemigos que públicamente criticó al presidente.

La pieza se la cobra Carboni, enemigo del zaguero desde su etapa de compañeros

Ni Soler ni Carboni han tenido el valor de explicar hasta ahora porqué no han querido que siga Ayala. Se han escondido tras las palabras misteriosas del director deportivo: "Vamos a hacerle unos análisis médicos". Y ni siquiera van a sacar la tajada económica, consecuencia de haberle presentado una oferta de renovación antes del 31 de diciembre: en tal caso, el Villarreal debería ahora haber indemnizado al Valencia con tres o seis millones, según la cuantía de la oferta, de acuerdo con el compromiso de la mayoría de los clubes de la Liga para compensar a las sociedades que pierden a un jugador que termina contrato.

El Villarreal firmó el contrato con Ayala el martes por la noche en un hotel de París. Y no tardó ni 24 horas en anunciarlo, conociendo perfectamente la conmoción que causaría en el Valencia. No tuvo los miramientos del año pasado cuando anunció el fichaje de Nihat, de la Real, tras finalizar la Liga, según informa Javier Pérez. Y en ese caso, por cierto, sí hubo de abonar una indemnización a la Real. Pero ahora no. Es notoria la animadversión del presidente del Villarreal, Fernando Roig, hacia Soler. Y, por extensión, hacia el Valencia, a pesar de su pasado valencianista. O precisamente por eso. El resultado es que el valencianismo se levantó ayer en armas, partido en dos. Entre quienes pedían la dimisión de Carboni y Soler, y quienes, por el contrario, insultaban al "pesetero" Ayala y exigían que no volviera a ser alineado por Quique. Se supone que el central argentino dio el consentimiento al Villarreal para que hiciera pública su contratación. Porque él también lo va a pasar mal. Deberá aguantar las presiones de aquel sector de la hinchada que está de parte del presidente. Nada nuevo para él, que, a punto de irse al Madrid y al Barça en distintos momentos, recibió las iras de la grada. "Ante las adversidades, más cómodo me siento", declaró.

Ayala llegó al Valencia de Héctor Cúper por cuatro millones en diciembre de 2000 procedente del Milan, donde había jugado muy poco, tapado por Costacurta y Baressi. Antes, sí triunfó en el Nápoles y también en el River Plate, que lo fichó del Ferro Carril Oeste. En su palmarés destacan los triunfos con el Valencia (dos Ligas y una Copa de la UEFA), así como una Liga argentina con el River (1994) y una medalla de oro en los JJ OO de Atenas 2004.

En El Madrigal, Ayala formará pareja con Gonzalo Rodríguez, el joven y prometedor central argentino que se recupera de una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla. El club también confirmó ayer la contratación del media punta chileno Matías Vidangossy, de 20 años, del Unión Española. Por otro lado, el proscrito Riquelme, mediocampista del Villarreal apartado por su entrenador, Manuel Pellegrini, ha rechazado la oferta del Boca Juniors para jugar cedido en su ex equipo hasta final de temporada.