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La J. Teixi Band exhibe en Bilbao el rock y el 'soul' blancos de su último disco

Pychedelic Sally, versión de Horace Silver que hace dos años fue sintonía de una campaña de Coca-Cola, convirtió New crónicas en el disco más vendido de la J. Teixi Band. También aumentó el número de conciertos del conjunto del guitarrista y cantante Javier Teixidor, y permitió que verle respaldado por una rutilante sección de viento no fuese una excepción para grandes ocasiones. Ahora los metales blindan el 80% de sus actuaciones, y se podrán escuchar el viernes (22.00; 10 euros) en Bilborock.

En ese local bilbaíno presentará Voodoo bar, un álbum en el que insiste en el rock and roll y el soul blancos. "Es el primero de nuevas canciones después de dos recopilatorios, lo que nos ha permitido hacer una buena selección. Ya teníamos ganas de hacer un álbum con un concepto absolutamente nuevo, y ahí está Voodoo bar, un homenaje a Nueva Orleans, reconoce Teixi, para quien "la intención no es sorprender, sino que la gente descubra a la J. Teixi Band con un disco muy abierto en el que está muy trabajado el sonar analógicamente".

"En Bilbao presentamos primera vez el show nuevo completo. La banda está muy caliente y estamos tocando como nunca", adelanta un intérprete y compositor madrileño que defiende que la música negra también es cosa de blancos: "La música negra la adoptaron los blancos cuando los negros no la querían para nada, y la llevaron a lo que es ahora mismo, cuando es parte de los sonidos y las notas que suenan en la música más actual".

Huir de la nostalgia

Entre las letras de Voodoo bar destaca Tengo la noche, donde se dice que "el mundo no hay dios que lo pueda arreglar". "Desde las televisiones se institucionaliza la violencia. Los programas basura están destrozando la mente y el futuro de muchos chavales no valorando nada más que la mentira, el insulto, la agresión. El medio ambiente está como está, el deporte se ha convertido en un arma de violencia... Tiene que pasar una gran tragedia en el Primer Mundo para que nos demos cuenta de cómo la estamos cagando", lamenta su autor.

Teixidor fue motor principal de Mermelada, un conjunto que ya en los 70 se empeñó en demostrar que se podía ejecutar rock and roll y rhythm and blues en castellano con dignidad. En J. Teixi Band le secundan músicos curtidos en Mermelada y Los Elegantes, pero remarca que sus actuaciones no son citas con la nostalgia: "En absoluto. El que se siente creador o tiene un trabajo espléndido, como Voodoo bar, huye de la nostalgia".

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