La falsa manipulación de la Kangoo
La investigación policial, en la que han participado cientos de agentes, ha permitido descubrir huellas y restos biológicos de los terroristas en todos los escenarios de sus acciones criminales. La mayoría de los autores materiales de la matanza de los trenes dejó rastro en el lugar de los hechos.
El PP defiende que en la investigación del 11-M se han manipulado pruebas. Una de sus obsesiones se refiere a la furgoneta Renault Kangoo aparcada junto a la estación de Alcalá. En esa furgoneta, la policía halló restos de Goma 2 ECO, detonadores, una cinta con versos coránicos y huellas y restos biológicos de varios de los terroristas que participaron en los atentados (véase gráfico).
El PP se aferra a una teoría conspirativa que cuenta que la furgoneta fue rellenada por alguien con diversos objetos para incriminar a los islamistas. Esa teoría se basa en la declaración de un policía que inspeccionó la furgoneta y que declaró en el Congreso: "En principio, habíamos visto que estaba vacía. No veo ningún objeto que revistiera peligrosidad. Si lo hubiera visto, hubiera llamado al equipo de los Tedax". Ese mismo policía aclaró después: "No vi nada que no formara parte del vehículo, como equipamiento básico, estándar del vehículo". Ese mismo policía reconoció que en Alcalá no se hizo la inspección ocular formal. Fue en el centro policial de Canillas donde se realizó el inventario de decenas de objetos. El dueño de la furgoneta robada reconoció posteriormente que eran de su propiedad e incluso echó en falta otras cosas: cinco camisetas, un pantalón de deportes y unos guantes amarillos. Esos objetos fueron hallados en un Renault propiedad de Hichan Ahmidan, hermano de El Chino.
La teoría conspirativa que el PP alienta difundió la existencia de una tarjeta en la furgoneta con el nombre Gráficas Mondragón, en un intento de implicar a ETA en el atentado. Resultó que era falso. También argumentó que en la furgoneta no había explosivos porque un perro de la policía no olió nada. De esa supuesta anormalidad hay muchos antecedentes. Cuando Mariano Rajoy era ministro del Interior y el senador Juan Barranco le preguntó la razón de que los perros no detectaran una bomba que acabó explotando en Madrid, el ahora líder del PP contestó: "Su pregunta es lamentable".
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