La juez decreta prisión incondicional para el presunto asesino del alcalde de Fago

El guarda forestal Santiago Mainar, de unos 50 años, que hasta ahora es el único detenido por su supuesta implicación en el asesinato de Miguel Grima, alcalde de Fago (Huesca), fue trasladado a última hora de anoche a la prisión de Zuera (Zaragoza) por orden de la juez de instrucción número 1 de Jaca. La magistrada ordenó su encarcelamiento a petición del ministerio fiscal, al considerar que hay indicios de que Mainar sea el presunto autor de la muerte. Su abogado sugirió que puede padecer algún trastorno psíquico. "Es un hombre especial", dijo.

El arrestado fue trasladado a los juzgados sobre las 17.30 en una furgoneta de la Guardia Civil. Su hermana, Marisa Mainar, permaneció en los juzgados todo el tiempo que duró la declaración de Santiago, que se prolongó hasta más allá de las diez de la noche.

Los agentes situaron el vehiculo en un jardincillo del complejo judicial para dificultar que cámaras y fotógrafos pudieran captar la imagen del sospechoso. Éste fue bajado del vehículo esposado y con la cabeza cubierta con una capucha, pese a que su rostro es sobradamente conocido por todos los ciudadanos debido a que en los días posteriores al asesinato concedió infinidad de entrevistas a todos los medios de información que se lo solicitaron. Al ser conducido al centro penitenciario mantuvo la misma actitud.

Felipe Mazurca, fiscal jefe de Huesca, se trasladó a Jaca para estar presente en la declaración de Mainar, debido a la enorme trascendencia social del caso. El acusado fue interrogado por la juez de Instrucción número 1, que estaba de guardia, pese a que la que entiende del caso Fago es Isabel Gasca López, titular del juzgado de Instrucción número 2. Al finalizar la diligencia, el fiscal se limitó a informar a los periodistas que él había solicitado la prisión incondicional del detenido al considerarlo sospechoso de asesinato, lo que supone un delito especialmente grave.

El penalista zaragozano Enrique Trebolle se personó como acusación particular en nombre de la viuda del alcalde, Celia Estalrich, y de sus dos hermanas. Este abogado llegó tarde a Jaca, al haber sido contratados sus servicios ayer mismo, y no pudo estar presente en la declaración del guarda forestal. Sin embargo, manifestó que tenía datos para pensar que Mainar "podría haber modificado su declaración de autoinculpación" realizada a última hora del viernes ante los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. "Estoy aquí para intentar que se haga justicia sobre el verdadero o verdaderos autores de este crimen horrendo, teniendo en cuenta que fue cometido por medio de una celada, una emboscada alevosa", dijo Trebolle.

Mainar admitió el viernes ante los guardias que él era el único implicado en el asesinato de Grima, ocurrido sobre las 22.30 del 12 de enero en las cercanías de Majones, a unos 15 kilómetros de Fago. La víctima sufrió una emboscada y a continuación recibió un escopetazo que le causó la muerte al recibir cuatro impactos de postas.

El letrado zaragozano Javier Notivoli, que defiende a Mainar, se limitó a confirmar el auto de ingreso en prisión de su cliente y se escudó en el secreto de sumario decretado por la juez Isabel Gasca para negarse a confirmar o desmentir si su cliente se retractó de la autoinculpación. "Sólo diré que estoy convencido de su inocencia", proclamó.

"Un hombre especial"

Horas antes, a su llegada a los juzgado, el letrado Notivoli calificó a Mainar de un hombre "especial" y adelantó que los peritos forenses habrán de determinar el estado psicológico de su cliente. Posteriormente, no quiso hablar de este asunto, diciendo que pedirá que la jueza que lleva a instrucción tome una nueva declaración a su cliente, ya que ayer lo hizo ante la magistrada de guardia. "No puedo contestar a su pregunta", repitió machaconamente Notivoli ante el acoso de varias decenas de periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos que esperaron durante todo el día a las puertas del edificio judicial para conocer la decisión de la jueza.

El presunto homicida manifestó a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que la noche de autos se dirigió a pie hasta la curva de la carretera donde esperó la llegada de Grima procedente de Jaca, donde había asistido a una reunión del organismo comarcal de la Jacetania. Tras matar al alcalde, el agresor arrojó su cadáver a la cuneta y se apoderó de su coche, que abandonó junto a una ermita de Berdún, a unos 12 kilómetros del escenario del crimen. Posteriormente, habría regresado andando hasta su casa de Fago. En total habría recorrido más de 40 kilómetros, en lo que, según su supuesta declaración, habría empleado seis horas.

Fuentes próximas al caso admiten la posibilidad de que Mainar realizara este trayecto en ese tiempo, pese a ser un camino difícil debido a la orografía montañosa. No obstante, recalcan que la versión del detenido contiene "numerosas lagunas". Está por ver si el arrestado es capaz de resolver esas "lagunas" a lo largo de la prolija declaración que previsiblemente hizo ante la juez.

La principal prueba de cargo contra Mainar son los restos de tejido epitelial (piel) hallados en el coche Mercedes 190 de la víctima y que, cotejados con la saliva prestada voluntariamente por él, tendría las mismas características genéticas, según fuentes de la investigación. La presencia de estos restos biológicos, según los mismos medios, sólo es explicable si se admite que Mainar fue la persona que trasladó el coche desde Majones hasta la ermita próxima a Berdún. Los agentes no han hallado aún la escopeta empleada en el crimen ni el cartucho que contenía las postas que quitaron la vida al alcalde de Fago.