Vuelve el espíritu de las cartas de Armesto

La iniciativa contra el abuso de mercado lanzada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores retoma las recomendaciones que usó Juan Fernández-Armesto mientras fue presidente de la CNMV. Armesto redactó las llamadas cartas circulares, que se diferenciaban de las circulares en que no eran de obligatorio cumplimiento. Se trataba más bien de un manual de buenas prácticas para evitar posibles sanciones. Su sucesora, la luego dimitida Pilar Valiente, se encargó de retirarlas, pero su espíritu reaparece ahora con Manuel Conthe.

En un difícil equilibrio jurídico, Conthe ha preferido que sean directamente circulares, pero está claro que su contenido bebe en aquellas fuentes. Como las cartas de Armesto, pretenden crear lo que en la práctica internacional se conoce como "puertos seguros" (safe harbours), esto es, criterios de actuación que eliminen el riesgo de ser sancionado para quienes los respeten, siempre que persigan con la operación un fin legítimo. Se considerará "práctica de mercado aceptada" la que respeten esos criterios, pero no necesariamente será sancionable la conducta de quien no los tenga en cuenta.

Uno de los dos borradores propuestos fija los criterios a seguir para las operaciones de autocartera que tengan como fin dar liquidez al valor o adquirir acciones para futuras operaciones corporativas, de modo que alteren lo menos posible las tendencias del mercado. La otra regula la compra o venta de grandes lotes o paquetes de acciones a un número limitado de inversores institucionales.