Los ciudadanos ya eran pesimistas sobre ETA antes del atentado

El barómetro del CIS de diciembre, anterior al atentado de Barajas, detectó un aumento de la preocupación con el terrorismo que ya se vislumbraba en el anterior estudio, de noviembre. La inquietud ha subido dos puntos -aunque pasa de tercer a cuarto problema, precedido por paro, inmigración y vivienda, que sube casi cinco puntos-. Los ciudadanos son pesimistas sobre el futuro del terrorismo en los próximos cinco años, y creen que su final debe ser el principal objetivo de la sociedad española.

Los ciudadanos consultados por el CIS en su habitual barómetro mensual no colocan al terrorismo como el principal problema de España. El paro le saca, de hecho, 15 puntos de ventaja (42,1% frente a 27,1%), aunque el terrorismo sube sin pausa desde septiembre, cuando había llegado a su mínimo histórico. Sin embargo, esta vez el CIS ha hecho preguntas nuevas. Y ante la cuestión "¿Cuáles cree que deberían ser los principales objetivos de la sociedad española en los próximos años?", un 38% se decanta por la lucha contra el terrorismo, mientras el combate contra el paro se queda en el 29,7%.

El CIS ha introducido otra novedad que ofrece resultados significativos. Se les pregunta a los ciudadanos por sus previsiones sobre la evolución de cada uno de los problemas relevantes en los próximos cinco años. Y los españoles son muy pesimistas a pesar de que ETA mantenía una tregua durante nueve meses cuando se realizaron las encuestas, en diciembre.

Sólo el 26% pensaba que el problema mejorará en los próximos cinco años. El 28% creía que seguirá igual y el 37% estaba convencido de que iba a empeorar, como se comprobó con el atentado de Barajas que provocó dos muertos.

Uno de los problemas que sufre un aumento mayor en la preocupación de los ciudadanos es el de la vivienda, una respuesta probablemente influida por las reiteradas subidas de los tipos de interés. Este asunto ha crecido casi cinco puntos desde el anterior barómetro, hasta colocarse de nuevo como tercer problema. Esta cuestión no había estado nunca entre las grandes preocupaciones, pero apareció en junio del año pasado y parece dispuesta a quedarse en la primera fila. Además, respecto al futuro, los ciudadanos son aún más pesimistas que con el terrorismo: el 53% cree que empeorará.

Por el contrario, la inmigración sigue una lenta caída desde su explosión en septiembre, poco después de la crisis de los cayucos de subsaharianos en Canarias que inundó los informativos en verano. Esta vez ha bajado casi dos puntos.

Un problema que cada vez aparece con más fuerza como quinta preocupación es el de la inseguridad ciudadana. Ya lo citan el 21,1% de los ciudadanos. Y el 51% cree que empeorará en los próximos cinco años.

A pesar de este pesimismo respecto a los problemas generales del país, que es mayoritario en casi todas las cuestiones, los españoles contestan de forma relativamente optimista cuando se les inquiere por su vida o por cómo les ha ido el año 2006. A esta última pregunta, por ejemplo, casi el 60% contesta que "bien" e incluso un 5,8% responde "muy bien", y sólo optan por la respuesta "mal" o "muy mal" el 11,4%. Un 46,5% piensa además que las cosas le irán mejor en 2007, y sólo un 6% piensa que será peor para ellos que el año anterior.

Aún más positivos se muestran los ciudadanos cuando se les pregunta por la vida que llevan. El 12,5% se declara "muy satisfecho", y el 66,1% "bastante satisfecho", el 6,2% bastante insatisfecho y el 0,2% muy insatisfecho.

Respecto a los asuntos importantes para la vida de los españoles, los datos son también significativos. La familia arrasa muy por encima del trabajo, y la política queda reducida a un interés mínimo, superada ligeramente por la religión, también en niveles bajos. El 82% considera la familia algo muy importante. El bienestar económico lo es para el 40%. La política sólo es muy importante para el 7% (poco o nada para el 51%) y la religión para el 11% (poco o nada para el 46%).