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Reportaje:

Santo Tomás, ¿qué hacemos con los niños?

Más de 850.000 menores de entre 3 y 14 años no tuvieron ayer clase en la región

El museo de la ciencia Cosmocaixa, en Alcobendas, cerrado por ser lunes. La pista de esquí de La Pinilla, en Segovia, llena de gente y con los aparcamientos saturados. Frío y lluvia en las calles, y 850.000 madrileños de entre 3 y 14 años sin clase porque ayer se celebraba la festividad de Santo Tomás de Aquino, patrón de los maestros. Con este panorama, muchos padres, más bien madres, decidieron irse con los niños a pasar el tiempo muerto a los centros comerciales de toda la región.

"Nos hemos levantado a las siete de la mañana para ir a esquiar a La Pinilla y al llegar nos hemos tenido que volver. Allí estaba medio Madrid", explicó con resignación Pedro Calleja, rodeado de sus cuatro hijos de entre 11 y 15 años. Todos devorando a mediodía una hamburguesa en el centro de ocio Equinoccio, en Majadahonda.

De los 850.000 madrileños que tienen entre 3 y 14 años, al menos un tercio (285.000) son hijos de madres trabajadoras y muchas parejas se quejaron ayer de que no tenían con quién dejar a los niños. Según Constanza Tobio, experta en conciliación laboral y personal y catedrática de Sociología de la Universidad Carlos III, del total de menores en esa franja de edad, dos tercios son hijos de madres trabajadoras y de éstas, la mitad no tiene familiares con quien dejar a los pequeños.

"Me he tenido que turnar con mi marido y pedir el día libre para cuidar de ellos. La opción de los abuelos no la tenemos todos", contó Marisa Álvarez, que trabaja como enfermera. Otras mujeres que no trabajan fuera de casa, también protestaron por tener que asumir ellas el cuidado de los críos. Elena Garrido dejó unas horas a sus dos niños de 13 y 10 años "jugando al pádel". "Yo soy ama de casa, pero los lunes tengo actividades que he tenido que dejar de hacer por estar con ellos", señaló.

Ella y otra madre, Ana Cruz, tienen a sus hijos escolarizados en un colegio privado de Pozuelo de Alarcón. "Con toda la pasta que pagamos, el colegio no ha organizado nada para este día de fiesta. Y encima, aunque el centro esté cerrado, nos cobran el día de comedor", se quejaron, también metidas en un centro comercial con sus niños.

Sin embargo, una portavoz de la Consejería de Educación aseguró que no hay mucha demanda de padres para que los colegios se queden abiertos los días festivos. De los 740 colegios públicos de Educación Infantil y Primaria que hay en la región, 115 abrieron ayer sus puertas para acoger a los niños que previamente habían sido inscritos.

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Los familiares tienen que pagar por estas actividades y el precio depende de los municipios. "No se abren más colegios porque no hay demanda de padres para que se haga. Siempre nos sobran plazas", explicó la portavoz de la consejería. Por ejemplo, en Alcalá de Henares abrieron sus puertas 12 centros; en Coslada, 11 y en Colmenar Viejo, 7.

En los colegios, los niños pudieron participar en aulas de naturaleza, talleres artísticos, juegos de mesa o torneos de ajedrez. La Federación de Padres Giner de los Ríos siempre ha considerado que si la demanda no cubre la oferta es porque la consejería no hace suficiente publicidad entre los padres y madres sobre este asunto.

Los menores que ya pueden quedarse solos también abarrotaron los centros comerciales. Por Equinoccio correteaban decenas de adolescentes pasando las horas muertas. "A mí me vale con que hoy estén las tiendas abiertas...", explicaron Marta y Susana, dos adolescentes de un colegio público de Torrelodones. Arregladísimas, aseguraron que a lo único que se iban a dedicar en todo el día era a "comer y dar una vuelta...".

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