Estatuto y candidatos, juntos y revueltos

En el calendario electoral figuran dos fechas en rojo. La primera, el 18 de febrero, para ratificar el Estatuto de Autonomía de Andalucía. La segunda, el 27 de mayo, para elegir a las nuevas corporaciones municipales. Ambas convocatorias están separadas por tres meses, pero Estatuto y candidatos a los ayuntamientos van juntos y revueltos en las agendas de los partidos.

La presentación ayer de los aspirantes socialistas a las alcaldías fue un buen ejemplo de este doble tiquet electoral, en la que por un lado, se ensalzó el nuevo texto estatutario sin arremeter, contra el PP, como prometió su secretario general, Manuel Chaves; y por otro, se subrayó las líneas básicas del programa electoral del PSOE. En este apartado, se acumuló toda la crítica contra los populares, a los que Chaves retó a apoyar el urbanismo sostenible.

El urbanismo, como ya quedó claro desde mitad de la legislatura, es el principal eje de la campaña electoral socialista. Con él, el PSOE cree tener un argumento propio que le distancia y separa de su principal adversario político, el PP. Chaves apuntó ayer un decálogo del programa municipal de su partido en el que presentan a los alcaldes socialistas "como mejor garantía de un crecimiento sostenible".

"Nosotros no vamos a debatir sobre la corrupción, sino a combatirla", dijo el presidente andaluz, quien pidió al PP que "empiece a explicar" por qué se opone a todas las medidas de ordenación del territorio que aprueba el Gobierno andaluz. En su opinión, el PP tiene "poca credibilidad" en este asunto ya que "pone en duda" la actuación de los jueces cuando detienen "un día sí y otro también" a sus alcaldes y, al mismo tiempo, se sitúa "al lado de los intereses privados en contra de los intereses generales".

También los alcaldes socialistas son los que pueden "garantizar" el transporte público, la seguridad y la convivencia, el desarrollo de las nuevas tecnologías, las ciudades sociales y creadoras de cultura. Dicho lo cual, Chaves pronosticó -como momentos antes, también el secretario federal de Organización, José Blanco-, que el PSOE ganará las elecciones municipales en Andalucía "por tierra, mar y aire", es decir, en los capitales, en los pueblos chicos, en el interior, en el litoral y en las áreas metropolitanas. Y el PP perderá "por méritos propios", porque "sólo anuncia catástrofes y no sale de ahí".

En el urbanismo, abundó el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien dijo que la ciudad es un "territorio libre de especulación y corrupción urbanística", frente al que "durante años se cebó con la ciudad en operaciones memorables".

Las críticas del PP desaparecieron cuando tocó hablar del Estatuto, aunque el secretario de Organización, Luis Pizarro, cuestionó la "desgana" con la que los populares están participando en la campaña del referéndum. "El Estatuto sigue siendo muy nuestro", dijo Pizarro en alusión al lema de la campaña institucional prohibido por la Junta Electoral Central, una frase que fue acogida con fuertes aplausos.

Chaves no mencionó el varapalo de la Junta Electoral Central y de todos los oradores fue el que mayor esfuerzo hizo en explicar lo que supone el nuevo Estatuto de Andalucía. Según él, el llamado Estatuto de Carmona aprobado en 1981 sirvió para sacar a Andalucía del subdesarrollo. "La autonomía", dijo Chaves, "es lo más importante que le ha ocurrido a Andalucía en toda su historia".

El presidente andaluz dibujó con datos la imagen de la comunidad hace un cuarto de siglo y los comparó con los de ahora. "Hace 25 años los problemas eran el paro, la emigración, el analfabetismo y la marginación. Y hoy son la mejora de la competitividad, la integración de los inmigrantes y la democracia paritaria. Por eso necesitábamos un nuevo Estatuto con más autogobierno, más competencias y mejor financiación".

Chaves recordó que cuando propuso la reforma estatutaria en el debate de la comunidad celebrado en junio de 2001 tuvo "críticas a porrón". Y vaticinó que lo mismo hubiera ocurrido si no lo hubiera hecho a la vista del "proceso irreversible" de reformas emprendidas y aprobadas en gran número de comunidades autónomas.

Entre los aspectos positivos del nuevo Estatuto, el secretario general socialista destacó el que se hubiera aprobado por consenso con el principal partido de la oposición, porque "a partir de ahí se acabó la crispación del debate territorial". "No me cuesta trabajo reconocer que hemos cedido más que nadie, pero respetándose el núcleo fundamental" del texto aprobado por el Parlamento de Andalucía con los votos del PSOE e IU.

La principal preocupación del PSOE de Andalucía es que se registre una alta abstención el próximo 18 de febrero. Y aunque Chaves ya ha dado por buena una participación del 50%, ayer aseguró que "nadie podrá restarle legitimidad al Estatuto porque el sí será abrumador, esas son las reglas del juego", añadió a modo de advertencia.